Gaza: la desnutrición aguda alcanza un máximo histórico en dos instalaciones de MSF

Un niño palestino que sufre desnutrición se somete a un chequeo médico en la clínica de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Gaza.

Nuestros equipos en Gaza están presenciando niveles críticos de desnutrición aguda. Madres embarazadas con menos de 40 kilos, bebés compartiendo incubadoras y personas heridas que piden comida en lugar de medicación. La crisis alimentaria es intencional y debe detenerse ahora.

Nuestros equipos están presenciando un aumento drástico y sin precedentes de la desnutrición aguda en Gaza entre la población palestina.

En la clínica Al-Mawasi, en el sur de Gaza, y en nuestra clínica en la ciudad de Gaza, en el norte, estamos observando el mayor número de casos de desnutrición jamás registrado por nuestros equipos en la Franja.

Se debe permitir urgentemente la entrada de alimentos y suministros médicos a la Franja.

“Hay hasta cuatro o cinco bebés compartiendo una sola incubadora“

Un niño palestino que sufre desnutrición se somete a un chequeo médico en la clínica de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Gaza.
Un niño palestino que sufre desnutrición en Gaza se somete a un chequeo médico en la clínica de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Hay más de 700 mujeres embarazadas y lactantes, y casi 500 niños y niñas con desnutrición grave y moderada. Ellos se encuentran actualmente inscriptos en centros de alimentación terapéutica ambulatoria en ambas clínicas.

El número de pacientes inscritos en nuestra clínica en la ciudad de Gaza casi se cuadriplicó en menos de dos meses. Pasando de 293 casos en mayo a 983 a principios de julio. De esta cohorte de julio, 326 son menores de entre seis y 23 meses.

“Debido a la desnutrición generalizada entre las mujeres embarazadas y a los deficientes servicios de agua y saneamiento, muchos bebés nacen prematuramente. Nuestra unidad de cuidados intensivos neonatales [en el hospital Al-Helou] está gravemente saturada, hay hasta cuatro o cinco bebés compartiendo una sola incubadora”.

Joanne Perry, médica de MSF.

La desnutrición en Gaza, una consecuencia de decisiones deliberadas

Una madre palestina identificada como Donia Alouf, de 33 años, y su hijo Ahmed, de 1 año, al que se le diagnosticó desnutrición. Donia recibe asistencia médica en la clínica Gaza, en la ciudad de Gaza. Está embarazada de ocho meses y ella misma también sufre desnutrición.
Una madre palestina identificada como Donia Alouf, de 33 años, y su hijo Ahmed, de 1 año, al que se le diagnosticó desnutrición. Donia recibe asistencia médica en la clínica Gaza, en la ciudad de Gaza. Está embarazada de ocho meses y ella misma también sufre desnutrición.

La desnutrición aguda en Gaza es el resultado de decisiones deliberadas y calculadas por parte de las autoridades israelíes. Restringir la entrada de alimentos al mínimo indispensable para la sobrevivencia, dictar y militarizar los medios de distribución, todo ello mientras se destruye la mayor parte de la capacidad local de producción alimentaria.

Las personas arriesgan sus vidas a corto plazo para obtener raciones de comida insuficientes, mientras se produce un colapso generalizado del sistema:

  • La contaminación de las aguas residuales se produce debido a la destrucción de la infraestructura,
  • las restricciones de combustible limitan la producción de agua potable y
  • las pésimas condiciones de vida en los campos sobrepoblados afectan la salud de las personas y comprometen su sistema inmune.

“Es la primera vez que presenciamos una magnitud tan grave de casos de desnutrición en Gaza. La hambruna en Gaza es intencionada; podría terminar mañana si las autoridades israelíes permiten la entrada de alimentos a gran escala”.

Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto de MSF en Gaza.

Mercados vacíos y precios imposibles

Pacientes reunidos en la clínica de MSF  esperando el chequeo de desnutrición.
Pacientes reunidos en la clínica de MSF esperando el chequeo de desnutrición en Gaza.

Antes de octubre de 2023, Gaza dependía en gran medida de la entrada de bienes y suministros del exterior, con un promedio de 500 camiones entrando a la Franja cada día.

Desde el 2 de marzo, no han entrado ni siquiera 500 camiones en total. Con los cruces fronterizos para la ayuda frecuentemente cerrados u operando con fuertes limitaciones, y con la producción local de alimentos casi imposible debido a las continuas hostilidades y la destrucción, los mercados están vacíos o los alimentos disponibles son inasequibles para la mayoría.

Inevitablemente, los precios de los alimentos se han disparado en Gaza, dejando incluso los productos básicos fuera del alcance de la mayoría de las personas.

Por ejemplo, un kilogramo de azúcar cuesta en promedio 76 dólares estadounidenses, mientras que un kilogramo de patatas o harina cuesta casi 30 dólares, según el Programa Mundial de Alimentos. Debido a esto, muchas familias sobreviven con una sola ración de comida al día —a menudo solo arroz, lentejas o pasta— sin acceso a pan, verduras frescas ni suficientes proteínas.

Los padres y madres también se saltan comidas deliberadamente para alimentar a sus hijos e hijas. Incluso las mujeres con desnutrición en Gaza, que sí reciben alimentos terapéuticos, terminan dándoles sus propios suplementos terapéuticos.

“Esta es mi tercera vez en Gaza y nunca había visto algo así. Las madres me piden comida para sus hijas e hijos; las mujeres con seis meses de embarazo a menudo no pesan más de 40 kilogramos. La situación es extremadamente crítica”.

Joanne Perry, médica de MSF.

La desnutrición en Gaza es solo la punta del iceberg

Los farmacéuticos de MSF dispensan una receta a los pacientes en la clínica de la ciudad de Gaza.
Los farmacéuticos de MSF dispensan una receta a los pacientes en la clínica de la ciudad de Gaza.

Los pacientes con desnutrición en Gaza que atendemos son solo la parte visible de una crisis mucho mayor. En las clínicas donde MSF trabajamos, los pacientes heridos mendigan comida en lugar de medicinas. Sus heridas no cicatrizan debido a la deficiencia de proteínas.

Nuestros equipos médicos observan una rápida pérdida de peso, infecciones prolongadas y fatiga visible entre los pacientes y sus cuidadores.

Desde MSF pedimos urgentemente que haya un acceso humanitario sin restricciones. Además de un flujo sostenido de alimentos y ayuda médica a Gaza y que se proteja a la población civil.

“Me siento impotente como profesional de la salud. Las personas tienen hambre y nos piden alimentos terapéuticos, pero no tenemos suficientes y solo podemos prescribirlos a personas con diagnóstico de desnutrición”.

Nour Nijim, supervisora del equipo de enfermería de MSF.
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