España: la protección al personal sanitario debe ser reforzada

Miembro de un equipo de Médicos Sin Fronteras trabajando en respuesta al COVID-19 en Bruselas, Bélgica.Kristof Vadino

Desde Médicos Sin Fronteras junto a Amnistía Internacional pedimos de forma conjunta a las autoridades sanitarias de España que garanticen la distribución de equipos de protección y aseguren que el personal sanitario español tenga acceso a tests de detección de manera prioritaria.

Desde Médicos Sin Fronteras junto a Amnistía Internacional (AI) nos dirigimos a las autoridades sanitarias en España para mostrar algunas de nuestras preocupaciones en el marco de la crisis del COVID-19, que ha dejado en el país, según cifras oficiales del 8 de abril, 14.555 personas fallecidas, 146.690 positivas y 48.021 personas curadas.

Las organizaciones reconocemos la gravedad del contexto en la pandemia global en la que España se encuentra y valoramos como positivas las medidas adoptadas por las autoridades del país, tanto a nivel estatal como autonómico.

Por un lado, dentro de las medidas estatales: el incremento de la inversión en el Sistema Público de Salud, el aumento de la contratación de recursos humanos para hacer frente a esta crisis y las medidas dirigidas a potenciar la investigación científica sobre el COVID-19. Por otro lado, asimismo, reconocemos como apropiadas las recientes medidas de compra y distribución de materiales de protección entre las Comunidades Autónomas que se han incrementado en los últimos días en España.

Sin embargo, es insuficiente.

24 profesionales de la salud han muerto y 19.400 se han contagiado en España. Son cifras, además, que no representan la verdadera magnitud del problema, ya que el personal sanitario español no tiene acceso de manera generalizada y efectiva a los tests de detección.

En Italia, país que lleva unos días de ventaja frente a España en el impacto del COVID-19, el número de personas fallecidas que trabajan en el sector salud es de 130 (26 entre el personal de enfermería, 94 de medicina y 6 de farmacia).

El derecho a la salud del personal sanitario no admite grietas por donde pueda avanzar el virus.

Pero ahora mismo existen esas grietas. Los profesionales de la salud están reciclando materiales de protección, destinados para uso único, porque no hay todavía equipos suficientes, ni en número ni en calidad.

Sin el acceso verdadero a test rápidos generalizados para conocer la gravedad de la situación y sin esa protección necesaria para quienes están en primera línea frente a esta pandemia, el personal sanitario español está en peligro: puede contraer el virus. Puede contagiarlo a sus familiares o personas con las que convivan, algunas de ellas pertenecientes a grupos de riesgo. Puede convertirse en vector de propagación del virus a otros profesionales y a sus propios pacientes.

Hoy, más que nunca, tenemos que blindar la protección del personal sanitario. Las obligaciones internacionales en materia del derecho a la salud implican que los Estados deben formular, aplicar y revisar periódicamente una política coherente destinada a reducir al mínimo los riesgos de accidentes laborales y enfermedades profesionales, así como formular una política coherente en materia de seguridad en el empleo y servicios de salud, lo que incluye las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de la salud. Las autoridades sanitarias deben asegurar de manera efectiva equipos de protección individual adecuados y de calidad, información sobre cómo utilizarlos, capacitación y apoyo psicológico para facilitar la labor del personal de enfermería, medicina, auxiliares de enfermería, celadores, personal de farmacia y demás personal implicado en la respuesta ante el COVID-19.

Tanto Médicos Sin Fronteras como Amnistía Internacional hemos estado en contacto con personas del sector sanitario español que se encuentran exhaustas y desesperadas, exponiéndose al contagio y, al mismo tiempo, corriendo el riesgo de contribuir a la propagación del virus. No frenaremos la curva si el personal sanitario continúa enfermando.

Ambas organizaciones somos conscientes del esfuerzo del Gobierno de España por aumentar la disponibilidad de material de protección.

Sin embargo, y reconociendo el contexto de crisis sanitaria global, es urgente que el Gobierno español garantice la protección y bioseguridad del personal sanitario, asignando una adecuada dotación presupuestaria a tal efecto. Asimismo, el Gobierno español también debe responder de manera inminente con propuestas prácticas a la actual escasez e inadecuación de las medidas de protección.

Por consiguiente, Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional recomendamos al Gobierno español de manera urgente:

  • Garantizar la distribución de equipos de protección individual, en cantidad y calidad suficiente, y adaptados a cada servicio (urgencias, Unidades de Cuidados Intensivos, centros de salud, visitas domiciliarias, residencias de mayores, personal de farmacia, etc.).
  • Ante la escasez actual de materiales de protección, adoptar instrucciones prácticas que clarifiquen el uso de los materiales sobre cómo utilizar, reciclar y lavar el material, en el caso de reutilización del mismo. Además, debe asegurarse que se incluye la información sobre los riesgos de reutilización de material.
  • Asegurar que todo el personal sanitario de España tenga acceso a tests de detección de manera prioritaria. Las personas contagiadas serán retiradas del servicio y únicamente podrán volver a incorporarse después de un test de negatividad.
  • Garantizar un paquete de medidas de apoyo psicosocial al personal sanitario que debe comprender desde apoyo a los familiares a la acomodación de los sanitarios en entornos seguros y protegidos. Es necesario abordar los efectos de la carga de estrés acumulado, en parte, aunque no solo, por seguir prestando servicios sanitarios sin la protección adecuada.

MSF y AI pedimos que todas las autoridades sanitarias españolas trabajen conjuntamente y de manera urgente para garantizar la protección de las personas que nos protegen.

El personal sanitario en España ha enfrentado muchas dificultades en los últimos años como consecuencia de las medidas de austeridad. Hoy afrontan la mayor crisis sanitaria en tiempos de democracia. Y siguen, una vez más, garantizando nuestra salud y, en definitiva, nuestra vida.

Estamos hablando de lo más importante por lo que tenemos que luchar ahora mismo, porque su salud es la salud de todas y todos. Es su derecho y es la obligación de las autoridades garantizarlo.

Blindemos su protección y bienestar. Se lo debemos. Se están jugando la vida para que todos y todas sigamos adelante.

Suscribite al Newsletter
Tus Datos
*Campo obligatorio
*Campo obligatorio
*Seleccione al menos una opción
*Campo obligatorio

¡Hola! Queríamos contarte que tu email ya forma parte de nuestra base, por lo que vas a estar recibiendo el newsletter mensualmente en esa casilla. ¡Gracias por tu interés!

Esta web usa cookies propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia. Al navegarla aceptás su uso. Podés cambiar esta configuración en cualquier momento.