Los ataques a las instalaciones médicas y el nivel de violencia extrema en Las Anod, Somalia, han afectado nuestra capacidad de brindar atención médica segura.
En un contexto de violencia extrema cada vez mayor, nuestra asistencia médico-humanitaria en Haití se ve comprometida. El grave problema de inseguridad en la región desafía el acceso de la población a una atención médica de calidad.
Las cifras de desnutrición infantil en la región aumentan con la escalada de violencia que se experimenta en la región. Ante la falta de respuesta sanitaria internacional, se avecina una posible catástrofe humanitaria en los próximos meses.
En dos semanas, atendimos a más de 670 víctimas de violencia sexual en los campos de desplazados alrededor de Goma, la capital provincial de Kivu del Norte. La falta de ayuda humanitaria en la región agudiza su estado de extrema vulnerabilidad.
Pese al devastador escenario que suscita la guerra en Ucrania, el responsable de Medios de nuestra organización, Iván Muñoz, nos acerca tres relatos esperanzadores que demuestran la unión y ayuda de la población local frente a la adversidad.
El sistema sanitario está sometido a una presión extrema. Se requiere más personal internacional y que los suministros médicos lleguen a donde más se necesita.
A raíz del conflicto en Sudán, nuestros equipos médicos trabajan en colaboración con el personal sanitario sudanés y con voluntarios de la comunidad para preservar la salud de los locales. A pesar de la escasez de suministros médicos debido a la guerra, seguimos respondiendo a las necesidades humanitarias de un gran número de pacientes.