50 años de humanidad. De acción médico-humanitaria, de testimonio, de conflictos, de poblaciones en movimiento, de barreras físicas y mentales que causan sufrimiento, de epidemias, de desastres naturales. Este año, cumplimos medio siglo de humanidad desde que el 21 de diciembre de 1971 Médicos Sin Fronteras se creara en París.
El 2020 ha sido un año fuera de lo común, marcado por la pandemia del nuevo coronavirus. Si bien es comprensible que la atención se centre en el impacto directo del COVID-19, es esencial ver la crisis de salud desde una perspectiva más amplia. Compartimos algunos acontecimientos que ocurrieron a lo largo del 2020 y en los que Médicos Sin Fronteras dio respuesta.
En un año signado por la pandemia de COVID-19 y por conflictos olvidados que afectan a personas vulnerables en todo el mundo, también tuvimos buenas noticias que nos alegra repasar.
En Médicos Sin Fronteras aplicamos las lecciones aprendidas durante el anterior brote de Ébola en la República Democrática del Congo en beneficio de las y los pacientes. Los equipos médicos han trabajado para estar más cerca y ser más accesibles a la comunidad y para formar al personal sanitario local.
Un nuevo brote de ébola ya se ha extendido a 12 zonas sanitarias de la provincia de Ecuador, en el oeste de República Democrática del Congo. Es el undécimo brote de ébola que tiene lugar en el país desde que se llevan a cabo registros.
Esta noticia nos trae mucha alegría. Sin embargo, el brote de ébola en el noreste del país dejó a su paso casi 2.300 muertes y un sistema de salud aún más frágil. En una región donde las necesidades son enormes, la pandemia de COVID-19 trae efectos devastadores en el tratamiento de otras enfermedades.
Deberíamos considerar el manejo del brote como una lección para mejorar en el futuro. Reflexionamos sobre la gestión y alertamos de la autocomplacencia y la normalización de medidas coercitivas en los centros sanitarios.