Médicos Sin Fronteras advierte que el éxito global en la respuesta al VIH requerirá de un mayor énfasis en la adhesión al tratamiento.

Tratamiento de MSF en Sudáfrica con retrovirales ©Jonathan TorgovnikJonathan Torgovnik

Un nuevo informe de MSF que analiza las políticas de los consejeros independientes en ocho países, pone de relieve las fallas más importantes en el apoyo a la adhesión al tratamiento.

Vancouver, 20 de julio de 2015-. La organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió hoy que no se está haciendo lo suficiente para asegurar que las personas en tratamiento antirretroviral (ARV) alcancen y mantengan niveles «no detectables» del virus en su sangre. Revertir la epidemia y lograr los objetivos del ONUSIDA 90/90/90 * requerirá de un uso mucho más amplio de estrategias para ayudar a las personas a continuar bajo tratamiento, incluyendo terapia de adhesión, junto con una prueba de rutina de carga viral para asegurarse que el tratamiento esté funcionando.

«Nuestra experiencia hasta la fecha es positiva ya que las personas que se adhieren al tratamiento viven vidas más largas y más saludables, pero por otro lado, vemos grandes huecos en el continuum de la atención médica que ilustran dolorosamente las deficiencias de la respuesta al VIH«, dijo la Dra. Helen Bygrave, asesora médica de VIH para la Unidad Médica de MSF en Sudáfrica. “El trabajo no termina cuando alguien comienza el tratamiento –se necesita una revisión regular para ver si está funcionando, e intervenir rápidamente con asesorías para ayudar a tratar cualquier problema de adhesión al tratamiento. Hablamos de perder gente a través de la avalancha de atención médica, pero para algunos grupos, la realidad se parece más a un acantilado, y estas brechas representan los pies de barro de la enorme, pero todavía inadecuada, respuesta global al VIH.”

Los grupos particularmente vulnerables incluyen mujeres embarazadas, personas con una carga viral detectable, y niños, cuya tasa de fracaso del tratamiento es casi el doble que la de los adultos. Pero el monitoreo de la carga viral combinado con una terapia efectiva de apoyo a la adhesión al tratamiento funciona bastante bien. En Zimbabue, por ejemplo, entre la gente que está en tratamiento con ARV el 86% logran la supresión viral, y de aquellos con una carga viral inicial alta casi la mitad logra la supresión viral después de una terapia de apoyo a la adhesión al tratamiento.

Asegurar que los recursos humanos estén disponibles para proporcionar terapia de refuerzo a la adhesión y para diseñar intervenciones terapéuticas de adhesión para grupos vulnerables es crucial para alcanzar la meta de 90% de supresión viral para todas las personas que están bajo tratamiento de ARV. África subsahariana tiene el doble reto de enfrentar altos niveles de pacientes con VIH y Tuberculosis (TB), con el menor número de trabajadores de la salud.

En un reporte de MSF que se presentó en la conferencia de Vancouver, Terapia VIH TB: ¿quién está haciendo el trabajo? MSF revisó las políticas y prácticas de los consejeros en ocho países en la región y encontró perfiles de trabajo, despliegue y capacitación de dichos consejeros altamente variables. Además, cuatro de los ocho países eran 100% dependientes del financiamiento de los donantes para los programas de consejería independiente y cinco países no habían comenzado aún el proceso de añadir a estos trabajadores esenciales a las funciones de los trabajadores de la atención médica.

 “Sin un reconocimiento formal y un apoyo sostenido para los consejeros independientes, cortamos nuestras posibilidades de redoblar las pruebas, que vinculan a las personas a la atención médica, y las ayudan a mantenerse en el tratamiento ARV; sin una buena adhesión al tratamiento, nunca disminuiremos la transmisión del VIH ni mantendremos viva a la gente en tratamiento ARV,” dijo Amanda Banda, Coordinadora de abogacía para el VIH de MSF en el sur de África.

La consejería de apoyo para la adhesión al tratamiento funciona mejor cuando se hace junto con una revisión regular de la carga viral, con el estándar de referencia para asegurar que el tratamiento de las personas está funcionando y que están manteniendo un nivel “no detectable” de VIH, que es lo mejor para su propia salud y además reduce la probabilidad de transmisión del VIH prácticamente a cero.

Los datos obtenidos por MSF en Kibera, Kenia y presentados en la conferencia de Vancouver apoyan la propuesta de la OMS de que si la prueba de carga viral de rutina está disponible, el monitoreo de CD4 puede detenerse de manera segura. De las personas con un CD4 más alto de 200 al iniciar el tratamiento y que mantuvieron la supresión viral, ninguno redujo su conteo de CD4 más abajo de 200 en 24 meses.

Después de que MSF introdujera la prueba de carga viral de rutina en algunos lugares, incluyendo en Zimbabue por ejemplo, la identificación del fracaso del tratamiento y el subsecuente movimiento de pacientes hacia la segunda línea de tratamiento ARV aumentó considerablemente. Sin embargo, la información de MSF proveniente de Zimbabue ilustra la importancia del apoyo continuo a la adhesión al tratamiento: de aquellos que intercambiaron y quienes tuvieron una prueba de carga viral entre tres a seis meses más tarde, sólo 72.5% tuvieron niveles no detectables del virus.

De los 54 países en desarrollo analizados por MSF, 47 incluyen una revisión rutinaria de la carga viral en las pautas de su tratamiento, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS. No obstante, en realidad, la prueba de carga viral está disponible únicamente en un puñado de países y sólo ocho países han descartado la prueba rutinaria del conteo de células CD4 de las personas en tratamiento ARV en favor de la prueba rutinaria de carga viral.**

No debemos conformarnos con menos que ofrecer a todas las personas en tratamiento ARV en los países en desarrollo, la prueba estándar de referencia que nos diga si su tratamiento está funcionando,” dijo Banda. “Debemos buscar un apoyo mucho más global para el monitoreo de la carga viral y de los consejeros si esperamos alcanzar y mantener niveles “no detectables” de VIH.

 

MSF empezó a proporcionar tratamiento de VIH a personas en países en desarrollo en el año 2000, y hoy en día da tratamiento a más de 200,000 personas que viven con VIH, a través de los programas de MSF.

*Los objetivos ONUSIDA 90/90/90 establecen que para el 2020, 90% de todas las personas con VIH conozcan su estatus; 90% de las personas diagnosticadas con VIH estén en TARV; y 90% de aquellos en TARV tengan supresión viral.

**Camerún, Kenia, Malawi, Namibia, Sudáfrica, Suazilandia, Tailandia y Uganda.

El reporte completo está disponible en: http://www.msf.ca/en/msf-at-ias-2015   bajo “ligas a documentos complementarios de MSF”. 

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