Guinea: un centro de Ébola al límite

Centro de Ébola de Donka, en Conakry. © Julien Rey / MSF

A raíz de una nueva oleada de casos de Ébola en la capital de Guinea, Conakry, el centro de tratamiento de Ébola de MSF se está acercando a los límites de su capacidad.

Conakry, la primera gran ciudad en verse afectada por el brote de Ébola en África occidental, ahora debe enfrentarse a un aumento masivo en el número de nuevos casos. A pesar de que la disminución de casos en julio parecía anunciar el fin de la epidemia en Guinea, a día de hoy MSF está tratando a más de 120 pacientes, 85 de ellos confirmados, en sus dos centros para pacientes en el país: Conakry y Guéckédou.

La situación afecta particularmente al centro de Ébola de Donka, situado dentro del complejo del hospital del Ministerio de Salud en Conakry. El centro admitió 22 pacientes en un solo día (el 6 de octubre), 18 de ellos procedentes de la región Coyah a 50 kilómetros al este de la capital. Actualmente hay 62 pacientes en el centro de Donka, que cuenta con 60 camas y se encuentra en proceso de expansión para incorporar 14 más.

Hasta ahora, el centro de pacientes de Donka ha respondido a las diferentes olas epidemiológicas adaptándose y expandiendo sus capacidades de forma constante. Sin embargo a pesar de la llegada de tantos pacientes nuevos, entre ellos un gran número niños que requieren un nivel de atención más alto, el centro no puede ampliarse más por falta de espacio lugar en el que está situado.

Stéphane Hauser, coordinador de terreno en Donka, ha notado un aumento constante en los casos desde su llegada a finales de agosto:

«En este momento hay tres cadenas de transmisión en cuatro de los barrios de Conakry. Con esta nueva cadena en Coyah, cuyo origen se desconoce por el momento, y los de Forecariah y Dalaba, cuyos orígenes se conocen pero no se comprenden bien, corremos el riesgo de saturación. Desde el principio nos hemos adaptado ampliando nuestro centro. Pero hoy en día el centro, previsto inicialmente para tres meses, se enfrenta a sus límites físicos.”

Actualmente más de 130 personas están trabajando día y noche en el centro de tratamiento de Donka, la mayoría con un alto nivel de especialización. De los 220 casos confirmados ingresados ​​desde la apertura del centro, 105 se han recuperado. Hoy sin embargo los equipos médicos y de saneamiento, agotados por varios meses de duro trabajo, deben reforzarse con el fin de garantizar la calidad de la atención. Hauser nos cuenta, «Nuestros equipos están mostrando increíble dedicación. A pesar de estar frente a la muerte constante, a veces incluso la de sus propios compañeros, y a las difíciles condiciones de trabajo, no ha habido ni una sola deserción».

Para aliviar la carga operativa de sus equipos, MSF está dando formación a personal de otras organizaciones e instituciones para que puedan involucrarse. En las últimas semanas, MSF ha proporcionado formación al personal médico del Departamento de Salud, así como el personal de agua y saneamiento de las organizaciones locales, como la Cruz Roja de Guinea. Sin embargo, debido al creciente número de pacientes que requieren ayuda inmediata, estas personas permanecerán, por ahora, como parte del equipo en el centro de Donka.

«Temo el día en el que nos veamos obligados a rechazar pacientes por falta de espacio» concluye Hauser.

 

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