A pesar del proceso de pacificación entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en algunas áreas del país sigue habiendo brotes frecuentes de violencia. Miles de civiles están sujetos al confinamiento o desplazamiento forzados debido a los enfrentamientos por el territorio entre grupos armados y organizaciones criminales, y muchos líderes comunitarios han sido asesinados. En 2018, nuestro equipo de emergencia viajó a Chocó, Norte de Santander y Arauca para asistir a personas desplazadas por el conflicto y pidió más ayuda para las comunidades afectadas.
Nuestros equipos también trabajan en puntos fronterizos en la frontera con Venezuela, para asistir a migrantes procedentes de este país. Brindamos atención médica de emergencia en lugares como La Gabarra, Hacarí, El Tarra y Puerto Santander. También destacamos un equipo al Hospital Regional del Norte de Tibú (Norte de Santander), para apoyar a los venezolanos que no tienen acceso a los servicios médicos debido a su situación administrativa en Colombia. Nuestras actividades se enfocaron principalmente en la atención médica para niños menores de 5 años y mujeres embarazadas.
En Cali y Puerto Asís, nuestros equipos ofrecieron atención psicológica y apoyo mediante asistentes sociales a personas con familiares desaparecidos durante los años de conflicto en Colombia.Más de 11.600 personas participaron en actividades en grupo organizadas por MSF en 2018, y 443 se beneficiaron de intervenciones individuales y familiares.
En Buenaventura, brindamos apoyo psicológico a víctimas de violencia, atención integral a víctimas de violencia sexual y servicios de interrupción
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