»Desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, he dibujado muchas caricaturas políticas sobre la guerra. La realidad era muy distinta desde el terreno, donde la guerra se libra y se vive por gente común, como nosotros.
En los hospitales que visité en mayo de este año, plasmé con precisión cómo la guerra se refleja en cada cuerpo y escuché las historias tras sus cicatrices.
Dibujé lo que me contaron, además de lo que vi, porque el trauma y la esperanza son intangibles, fruto de la memoria y la imaginación. De una extremidad amputada solo quedan recuerdos para dibujar; lo mismo podría decirse de un hogar o un familiar perdido.
Estas cosas escapan al alcance de una cámara, lo que, en mi opinión, justifica la necesidad de tomar un lápiz. »
Estas palabras son de Ella Baron. Caricaturista política e ilustradora afincada en el Reino Unido, es reconocida por su crítica social y su reportaje gráfico. A lo largo de los años, ha documentado varios proyectos de MSF.
Este año, visitó nuestros proyectos en Vinnytsia y Cherkasy, en Ucrania. Casi tres años después de que la guerra en Ucrania se intensificara, el impacto en la población sigue siendo enorme. En las instalaciones de MSF, los testimonios recogidos narran historias de sufrimiento y resiliencia.
Ella Baron ha plasmado esto en su arte, creando un registro visual que va más allá de la fotografía convencional. Estos son sus dibujos y sus palabras sobre su trabajo en Ucrania.
Dmytro y Petro

Petro, de 40 años, cuenta que él y su hermano mayor, Dmytro, de 43, han estado «construyendo pequeñas maquetas de soldados desde niños y simulando guerras. Luego crecimos y vivimos una guerra diferente». Dmytro dice que «en la guerra, siempre estábamos juntos».
Estaban juntos cuando el dron detonó bajo su coche, matando a los otros dos soldados que iban con ellos. Los hermanos se recuperan ahora de sus heridas en el mismo hospital, en salas distintas. Hablo con ellos por separado, pero cada uno me cuenta principalmente sobre el otro.
Petro cuenta que cuando detonó el dron, “sentí una quemadura muy fuerte y grité. Mi hermano gritaba que también estaba herido y me alegré mucho de que gritara porque significaba que estaba vivo”.
Dmytro dice: “Oí la voz de mi hermano y me tranquilicé. Probablemente todo pasó muy rápido, pero sentí como si el tiempo se hubiera detenido. Cuando me di cuenta de que Petro estaba gravemente herido en las cuatro extremidades —y de la cantidad de sangre que estaba perdiendo— supe que tenía que prestarle asistencia médica o moriría. Llevo mucho tiempo en primera línea. He hecho muchos torniquetes. Así que en esta situación no entré en pánico. Estaba tranquilo. Le puse los torniquetes. Pero estaba preocupado por él”.
Petro dice que Dmytro se preocupa demasiado, “pero es normal, soy su hermano pequeño”. Dmytro dice: “He protegido a Petro desde que lo recogí del jardín de infancia. No es débil, es muy fuerte. Pero tengo que cuidarlo. Es mi hermanito”.
Ahora se están recuperando bien, aunque Dmytro dice estar preocupado por las manos de Petro. Sus médicos dicen que nunca recuperará la movilidad completa.
Dmytro dice que su hermano tiene «manos de oro: todo lo que le gusta hacer con ellas, lo hace muy bien. Es muy creativo: es escultor y toca la guitarra». Petro dice que era la guitarra de Dmytro: su hermano la compró, pero se aburrió después de aprender una canción y la dejó. Así que Petro aprendió a tocarla en su lugar.
Petro espera que la guerra le haya dejado suficiente movilidad en las manos para volver a esculpir, y hay una escultura en su mesita de noche en el hospital. Es un soporte para teléfono con la insignia de la brigada de su pueblo, que insiste en darme. Me preocupa que sin él Petro no pueda sujetar el teléfono, ya que tiene una mano vendada y la otra cosida al abdomen. Cuando pregunto a los médicos al respecto, me explican: «Para favorecer la implantación de los injertos de piel en las manos, las conectamos al abdomen, donde el riego sanguíneo es mejor». Dicen que Petro pasa mucho tiempo con el teléfono, sobre todo haciendo videollamadas a Dmytro, que está en la planta baja del hospital.
Nuestra labor en Ucrania
Desde febrero de 2022, la guerra a gran escala en Ucrania ha provocado un aumento drástico en el número de personas con lesiones crónicas que requieren cuidados complejos.
Esto incluye a personas con lesiones por explosión, heridas por metralla y amputaciones, quienes requieren atención intensiva y especializada, lo que supone una presión adicional sobre el sistema de salud del país.
En respuesta, desde Médicos Sin Fronteras (MSF) pusimos en marcha en marzo de 2023 un proyecto de rehabilitación temprana en el Hospital de Cherkasy, en el centro de Ucrania.
Este proyecto proporciona fisioterapia, apoyo psicológico y cuidados de enfermería para atender las complejas necesidades de los pacientes heridos en la guerra durante las primeras etapas de su recuperación.
Salud mental: una parte esencial
La salud mental es fundamental en la atención que MSF brinda en Ucrania. En 2023, MSF comenzó a ofrecer servicios psicoterapéuticos especializados a personas con síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT) relacionado con la guerra en Vinnytsia.
En septiembre de 2024 se inauguró un centro de salud mental diseñado específicamente para este fin. MSF ofrece sesiones psicológicas individuales en este centro, así como sesiones para los miembros de las redes de apoyo de los pacientes, y les proporciona técnicas para ayudar a reducir los síntomas, mejorar sus habilidades de afrontamiento y disminuir las consecuencias del estrés traumático.
Además, nuestro equipo de Vinnytsia ofrece tratamientos basados en la evidencia para veteranos de guerra heridos o desmovilizados que se están reintegrando a la vida civil, así como para sus familiares y personas desplazadas por la guerra.
El centro utiliza terapias como la Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) para ayudar a los pacientes a procesar recuerdos traumáticos y aliviar los síntomas del TEPT.