Terremotos en Siria y Turquía: reforzamos la atención médica y el apoyo en salud mental en el noroeste de Siria

Según las últimas estimaciones, los terremotos que afectaron a Turquía y Siria han provocado la muerte de más de 35.000 personasOMAR HAJ KADOUR.

A un mes del desastre, sigue habiendo enormes necesidades sin cubrir en materia de refugio, agua potable, instalaciones de lavado y unidades de calefacción. Es urgente que llegue una mayor ayuda humanitaria que atienda a estas demandas y provea a la población de medicamentos esenciales y consultas de salud mental.

Los terremotos en el noroeste de Siria causaron una gran devastación, provocando miles de muertos y heridos, y dejando a decenas de miles de personas sin hogar, sin refugio y sin alimentos ni artículos de primera necesidad.

 

¿Cuándo fueron los terremotos de Turquía y Siria 2023?

Los fuertes terremotos que sacudieron el sur de Turquía y el noroeste de Siria se produjeron el día 6 de febrero de 2023. Nuestra organización, que ya prestaba apoyo a la población del noroeste de Siria, movilizó sus equipos, juntamente con otros actores locales, para responder a las crecientes necesidades en la zona.

¿Qué está pasando en Siria y en Turquía?

La catástrofe agravó una situación humanitaria que ya de por sí era desesperada. Más de 180.000 personas se han visto desplazadas, sumándose a los 2.8 millones que ya vivían en circunstancias muy difíciles y precarias tras haber sufrido repetidos desplazamientos durante los 12 años que ya dura la guerra en el país.

Durante las dos primeras semanas, la ayuda humanitaria que llegó al noroeste de Siria fue extremadamente limitada y tardó demasiado en llegar. De hecho, durante los primeros días, no entró ni un solo material o equipo de búsqueda y rescate en el noroeste de Siria para apoyar las tareas de búsquedas y rescate de supervivientes.

Hoy en día, a pesar de la ayuda que ha llegado en los últimos días, sigue habiendo enormes necesidades sin cubrir en materia de refugio, agua potable, instalaciones de lavado y equipos de calefacción.

Además, la ayuda humanitaria proporcionada a la región a través del mecanismo transfronterizo ni siquiera ha alcanzado el volumen medio que existía antes del terremoto.

¿Qué está haciendo Médicos Sin Fronteras para ayudar a la crisis sanitaria en el noroeste de Siria?

Estamos respondiendo a las necesidades médicas y humanitarias de la población, tanto a las que han surgido específicamente tras el desastre como a las que se han visto agravadas a consecuencia del mismo.

Desde el comienzo del conflicto armado en esta zona del país, nos hemos centrado en reforzar la capacidad de respuesta de los equipos médicos locales y en donar medicamentos esenciales y material médico a los hospitales, centros de salud y a los equipos de rescate.

Actualmente, hemos ampliado nuestras actividades en el noroeste de Siria, gestionando cuatro clínicas móviles y distribuyendo artículos de necesidad vital como colchones, elementos de higiene, mantas, material de limpieza y utensilios de cocina.

En la gobernación de Idlib y en la de Aleppo, nuestros equipos han atendido 5.667 consultas médicas y distribuido casi 31.000 artículos de primera necesidad y 20.000 mantas.

En las clínicas móviles, el personal médico trata heridas, pasa consultas de medicina general y de salud sexual y reproductiva, y ofrece apoyo en salud mental. Asimismo, atiende pacientes con enfermedades crónicas y lleva a cabo vacunaciones infantiles.

Siguiendo esta misma línea, hemos puesto en marcha una línea telefónica de salud mental con el objetivo de que estos servicios estén lo más accesibles que sea posible para la población. La existencia de este servicio se comunica en las comunidades a través de la red de promotores de salud y especialistas en salud mental de nuestra organización.

Enfermero registra a una familia en la clínica móvil instalada en la zona de Al-Dana.

«El terremoto ha empeorado la difícil situación en la que se encuentra la población del noroeste de Siria, donde muchas personas viven hacinadas y en condiciones muy duras, con un acceso muy limitado a la atención médica«, afirma el Dr. Ziad Marzouk, especialista en enfermedades crónicas y miembro de nuestro equipo de clínicas móviles. «A través de nuestras clínicas móviles estamos tratando de proporcionar atención médica esencial a quienes más la necesitan».

En un esfuerzo por continuar ofreciendo apoyo, el domingo 26 de febrero, nuestros equipos lograron hacer entrar en el norte del país un nuevo convoy de 15 camiones, que transportaban un total de 1.234 tiendas y kits de invierno que se distribuirán en los próximos días.

Este nuevo envío se añade al que se llevó a cabo el pasado 19 de febrero, en el que otros 14 camiones de MSF entraron en el norte de Siria gracias al apoyo de la ONG local Al Ameen. Además, se han importado 24 toneladas de material médico para preparar la ampliación de las actividades que los equipos de la organización llevarán a cabo.

Es urgente que llegue más ayuda a la región

Los terremotos han puesto de manifiesto la urgente necesidad de ayuda humanitaria en el noroeste de Siria y han sacado a la luz una crisis parcialmente olvidada.

«Es importante que la respuesta humanitaria no se desvanezca a las pocas semanas del terremoto, sino que se refuerce y aumente», afirma Yasser Kamaledin, coordinador general de nuestra organización en Siria.

«El terremoto ha incrementado las dificultades que ya tenía la población para cubrir sus necesidades básicas, incluida la atención médica. Hasta ahora, en los quince días que han transcurrido desde el seísmo, la ayuda humanitaria que ha llegado al noroeste de Siria ha sido demasiado escasa y llega de manera muy lenta. Es urgente aumentar la ayuda internacional para preservar la vida y la dignidad de las personas que viven en las zonas afectadas», sostiene Kamaledin.

Siria sigue siendo el país con la mayor población de desplazados internos del mundo. Desde el inicio del conflicto, 13.6 millones de sirios han sido desplazados dentro y fuera del país. Unos 6.6 millones de refugiados están repartidos por todo el mundo. Los otros 6.9 millones son desplazados internos, la mayoría de los cuales se han visto desplazados en repetidas ocasiones y viven en condiciones muy precarias dentro de Siria.

En la actualidad, 15.3 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y protección en Siria.

Hoy en día, el noroeste del país es hogar de 4,4 millones de personas. Alrededor de 4.1 millones de personas necesitan de ayuda humanitaria para sobrevivir. Dentro de este colosal número de personas, 2.8 millones son mujeres y niños que han sido desplazados internamente en la región.

Familia desplazada por los terremotos vive ahora en un campamento de la ciudad de Adiyaman, en el sur de Turquía.

«Durante la guerra, sin saber lo que vendría después, abandonamos nuestros hogares pensando que podríamos volver en unos días», cuenta Mohammad*, cuya familia, como muchas otras estos días, se ve obligada a pasar las frías noches de invierno sin colchones donde dormir ni electricidad que les proporcione luz y calor.

«Ahora, tras el terremoto, ha ocurrido lo mismo. Intentamos ayudarnos los unos a los otros como podemos, pero necesitamos al menos colchones para dormir y luz, porque no hay electricidad. Todas las familias que estamos aquí nos hemos quedado sin nada. Una vez más.», exclama Mohammad.

Turquía: casi un millón y medio de personas viven en “ciudades refugio”

Los sísmos han afectado a una amplia zona de Turquía: once provincias que acogen a unos 14 millones de personas, en un país que cuenta con una población de unos 84 millones. En todas esas provincias se ha declarado el estado de emergencia durante tres meses.

Según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), hasta el 27 de febrero habían muerto a consecuencia de los seísmos un total de 44.374 personas solo en Turquía. También se ha reportado un total de 108.068 heridos, pero esta cifra oficial no se ha vuelto a actualizar desde el 16 de febrero, por lo que es probable que el número total sea mayor.

Hasta ahora se ha evacuado a 448.000 personas de las zonas afectadas por el terremoto, muchas de las cuales han sido trasladadas a lugares como Estambul, Ankara o Antalya.

En las ciudades más afectadas, miles de edificios han sufrido daños: 90.609 se vinieron abajo, están a punto de derrumbarse o resultaron muy dañados. 18.200 de ellos están clasificados como en ruinas, según el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático.

Vista de Kahramanmaraş, Turquía, tras los terremotos.

La gente tiene mucho miedo de volver a sus casas porque a día de hoy sigue habiendo réplicas de vez en cuando. Además, se han interrumpido las actividades económicas (bancos, tiendas, etc.) y algunos servicios básicos, lo que ha convertido a muchos lugares en poblaciones fantasma.

Han surgido muchos campamentos informales para desplazados en espacios abiertos: en estadios, plazas, o en medio de las calles. Hay tiendas de campaña esparcidas por casi todos los rincones de las ciudades, lejos de los edificios, pero no demasiado lejos de las casas de los supervivientes.

Un gran número de personas duerme en sus coches para protegerse del frío, ya que en algunas zonas las temperaturas pueden alcanzar hasta 20 grados bajo cero por las noches. Muchos otros han optado por ir a las zonas rurales de los alrededores de las ciudades. Allí, principalmente por el hecho de que los edificios eran menos altos, la destrucción ha sido menor, pero la enorme cantidad de desplazados que han llegado desde otros lugares también necesitan ayuda humanitaria.

En los pueblos y pequeñas ciudades, es frecuente ver en estos días a 20 o 30 personas viviendo en casas de pocas habitaciones.

Según AFAD, para el 23 de febrero había un total de 329.382 tiendas en 287 «ciudades refugio» y 6.561 contenedores operativos; 100.000 contenedores adicionales estarían en proceso de instalación. El Gobierno informó el pasado 27 de febrero que ya había un total de 1.359.908 víctimas alojadas en «ciudades de tiendas de campaña».

Campamento informal para sobrevivientes en un estadio de la ciudad de Kilis, al sureste de Turquía,

Todas las actividades de ayuda de nuestra organización en Turquía se llevan a cabo en colaboración con distintas ONG locales y organizaciones de la sociedad civil para proporcionar la asistencia humanitaria y de ayuda que tanto se necesita.

Actualmente, nuestros equipos centran sus actividades en zonas desatendidas donde su intervención pueda tener un valor añadido. Hasta el 25 de febrero, hemos distribuido 27.000 kits de higiene, 14.000 utensilios de primera necesidad, 180.000 raciones de comida, 20.000 litros de agua y 34 toneladas de madera.

Bajo el principio humanitario que lidera nuestro accionar, seguimos brindando asistencia médica directa a todas las personas que atraviesan este crudo escenario. Nuestra labor y el de muchas otras ONGs resulta crucial para paliar las temibles consecuencias que han dejado los terremotos. Es de vital urgencia que la ayuda sanitaria continúe llegando pues en ella reposan las posibilidades de transformar la realidad de cientos de miles de personas afectadas.

* Nota: Mohammad no es el nombre real de la persona mencionada en este artículo. El nombre y sus datos identificativos han sido modificados a petición propia.

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