Inundaciones en Sudán del Sur: evaluamos las necesidades urgentes en las zonas afectadas

Una evaluación aérea de Gumuruk a Lekongole, donde Médicos Sin Fronteras gestiona dos unidades de atención médica primaria. Se puede ver a personas trasladándose en canoas, pues sus tukuls (viviendas) están completamente sumergidas.MSF

«Nos enfocamos en realizar evaluaciones aéreas y terrestres urgentes para comprender el impacto de forma más amplia y adaptar nuestras actividades existentes en la ciudad de Pibor, para abordar esta situación en constante cambio», explica Kim Gielens, responsable de la misión en Sudán del Sur.

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) comenzamos a realizar evaluaciones de emergencia en el este y noreste de Sudán del Sur, donde severas inundaciones dejaron a miles de personas varadas en áreas inaccesibles, amenazando con empeorar una crisis humanitaria ya catastrófica.
 
MSF urge a todos los actores a movilizar recursos para mitigar el impacto de las inundaciones en los lugares afectados y a garantizar que se brinde la atención adecuada a la población en Pibor. En Pibor, al este del país, MSF se vio obligada a reducir actividades vitales y dar de alta a los pacientes cuando el hospital y el complejo se inundaron por completo, cortando así el acceso de los pacientes y la comunidad a la atención médica.
 
En un esfuerzo por continuar brindando servicios, el equipo de MSF construyó una instalación con tiendas de campaña en un terreno más elevado, pero probablemente se inundará en unos días.
 
“Tan pronto como sea posible, los nueve pacientes que siguen bajo nuestro cuidado serán trasladados a un lugar más seguro. Con un equipo reforzado que incluye a un coordinador de terreno, un gestor de actividades médicas y un administrador de actividades de agua y saneamiento, en MSF estamos trabajando urgentemente junto con nuestros colegas del personal nacional en Pibor para mudarnos nuevamente y establecer otra instalación temporal en una ubicación más elevada», explica Roderick Embuido, coordinador médico de MSF en Sudán del Sur.
 
El ACNUR estima que en Maban, en el noreste del país, más de 200.000 personas han sido afectadas por las inundaciones. En el centro de salud de MSF, un niño enfermo de gravedad que se encontraba con soporte de oxígeno falleció cuando se inundaron los generadores, causando un corte en la energía eléctrica. La instalación de MSF también se inundó y las carreteras se volvieron intransitables, evitando -de forma temporal- que el equipo pudiera llegar al centro de salud.
 
“Estamos extremadamente preocupados por la población en las áreas alrededor de Pibor y Maban. Nos estamos enfocando en realizar evaluaciones aéreas y terrestres urgentes para comprender el impacto de forma más amplia y así adaptar nuestras actividades existentes en la ciudad de Pibor, para abordar esta situación en constante cambio. Sabemos que con el aumento de las fuentes de agua contaminadas existe el riesgo de brotes de enfermedades mortales transmitidas por el agua como el cólera y la hepatitis A.
 
El centro de Médicos Sin Fronteras en Pibor, afectado por las inundaciones.

 
También podemos esperar un rápido aumento en el número de casos de diarrea aguda, malaria e infecciones del tracto respiratorio, tres de los principales asesinos en Sudán del Sur. Las organizaciones internacionales y nacionales deben movilizarse de inmediato para garantizar la provisión de alimentos, agua, refugio y atención médica, y asegurar que se brinde atención adecuada a Pibor, donde actualmente toda la población está aislada de la atención médica y la asistencia «, dice Kim Gielens, jefe de misión de MSF en Sudán del Sur.
 
Nos preocupa que las inundaciones aumenten el riesgo de casos de desnutrición debido a la destrucción de los alimentos y cultivos personales. En Maban, nuestros pacientes nos dicen que la poca comida disponible en los mercados ha triplicado su precio y ya no pueden costearla. En un país donde la malaria es el mayor asesino de niños menores de 5 años, y donde MSF trata a casi 300.000 pacientes por año, cualquier aumento en los casos de esta enfermedad potencialmente mortal transmitida por vectores tendrá graves consecuencias para las personas que actualmente no tienen acceso a la atención médica.
 
Además, estamos preocupados por el potencial incremento en el número de víctimas de mordedura de serpiente, pues estos animales se movilizarán hacia espacios secos, justo aquellos en donde se congregarán las personas desplazadas por las inundaciones. Frecuentemente vemos las consecuencias fatales o debilitantes del envenenamiento por mordedura de serpiente en nuestro hospital en Pibor, al que actualmente las personas no tienen acceso. 
 
Siete millones de personas, o alrededor de dos tercios de la población, ya se encontraban enormemente necesitados de asistencia humanitaria en Sudán del Sur, y las consecuencias de las severas inundaciones exacerbarán aún más su situación, minando su resiliencia, mecanismos para lidiar con la situación y acceso a servicios vitales que pueden salvar su vida.
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