«Ahora sé que la tuberculosis se cura y se puede prevenir»: historias de pacientes de MSF que superaron la tuberculosis en Somalia

Un resultado positivo de la prueba significa que el paciente es admitido en nuestra sala de hospitalización de tuberculosis multirresistente.Sean Sutton

Te compartimos relatos de pacientes con tuberculosis resistente a los medicamentos que, pese a las largas distancias y los numerosos desafíos, realizaron tratamientos exitosos en nuestros hospitales de Hargeisa y Berbera, en Somalia.

Antecedentes

La tuberculosis es un problema de salud pública importante en el Cuerno de África y Somalia es uno de los países más afectados. Allí, los casos de aumentan cada año y causan una alta carga de mortalidad y morbilidad. Esto se atribuye a varios factores, incluidos los conocimientos limitados sobre la enfermedad, las largas distancias hasta los centros médicos que impiden el acceso al tratamiento y la recuperación, y el uso frecuente de curanderos tradicionales.

Desde 2019, hemos respaldado los centros de tratamiento para la tuberculosis resistente a los medicamentos en los hospitales generales de Hargeisa, la capital de Somalilandia, y en Berbera, una ciudad a tres horas de distancia al noreste. Los casos se derivan a estos dos centros de Somalilandia y regiones vecinas, como la región somalí en Etiopía y Somalia meridional y central.

Las familias de ganaderos, como Mohamed Muse, un paciente con tuberculosis multirresistente en Hargeisa, nos explica la difícil decisión que enfrentó de tener que dejar atrás sus rebaños de ganado restantes devastados por la sequía en búsqueda de tratamiento. Tenía la opción de caminar bajo el sol caliente por un terreno implacable o enfrentar las consecuencias fatales.

El tratamiento de la tuberculosis resistente a los medicamentos puede durar hasta 20 meses y los pacientes deben realizar viajes diarios a los centros de tratamiento para tomar sus medicamentos. Puede ser extremadamente difícil para ellos y ellas completar los regímenes de tratamiento tóxicos y prolongados sin ánimo y apoyo continuos, particularmente, al enfrentarse a dificultades personales, como la pérdida de un familiar, el desempleo o la exclusión social debido al miedo a la enfermedad.

En colaboración con el Ministro de Salud y el Programa Nacional de Tuberculosis, estamos llevando a cabo campañas de concientización para llegar a más personas, especialmente, a aquellas que se encuentran en zonas remotas, centros urbanos y centros para desplazados internos, con el fin de fomentar las pruebas y el tratamiento para la tuberculosis resistente a los medicamentos.

Relatos de pacientes

Sainabi Ali*: Hargeisa 

“Fui confinada a una silla de ruedas. Renuncié a la vida y acepté la discapacidad. Ahora, puedo caminar por mi cuenta”.

Sainabi Ali Hargeisa TB en Somalilandia

Sainab Ali, de 35 años, tiene tuberculosis resistente a los medicamentos y ha pasado cinco meses en el hospital de Hargeisa respaldado por nuestra organización. Sainab viajó con sus hermanos a Etiopía cuando su país, Somalia, entró en la guerra civil en 1991. Con pocas oportunidades en el campo de refugiados sheder en la región somalí de Etiopía, Sainab se mudó a Borama, Somalilandia, para iniciar un negocio de verduras.

Después de un mes de reflexionar, tuvo un resfrío persistente o posiblemente una gripe que desaparecería por sí sola, fue a ver un médico. Recibió tratamiento para enfermedades que no tenía, como fiebre tifoidea y neumonía, en centros médicos privados a un costo personal. Visitó varios otros centros médicos mientras su afección empeoraba.

Después de una derivación del hospital de Borama, fue trasladada al centro de tuberculosis multirresistente a los medicamentos en Hargeisa respaldado por nuestros equipos y fue confinada a una silla de ruedas, inconsciente y pálida. Después de cinco meses de tratamiento, Sainab recuperó su fuerza y ahora puede caminar por su cuenta sin ayuda.

“Me preocupé cuando me enteré de que el tratamiento para este tipo de tuberculosis tardaría 20 meses porque parecía mucho tiempo. Sin embargo, también me sentí aliviada de que finalmente me habían diagnosticado mi enfermedad. Cuando comencé a tomar el medicamento (14 pastillas por día), vomitaba cada vez que tragaba una pastilla porque no estaba comiendo bien y era difícil tolerar tales efectos secundarios fuertes del medicamento. Había renunciado a la vida. Había aceptado la discapacidad. Pero ahora puedo caminar por mi cuenta”, dijo Sainab.

Mahado Farah*: Berbera

“Gracias por estar aquí cuando más lo necesito. Viviré para ver a mis hijos de nuevo”.

Mahado Farah* durante una consulta de rutina con el Dr. Patrick en el Hospital de Tuberculosis de Berbera, Somalilandia.

Mahado, de 28 años y madre de cuatro hijos, fue diagnosticada con tuberculosis resistente a los medicamentos en el hospital de Berbera, también respaldado por nuestra organización. Mahado ha estado tosiendo muy fuerte durante semanas, pensando que era gripe. Fue a una farmacia del barrio, en la que le dieron antibióticos y un jarabe para la tos. Su preocupación aumentaba a medida que pasaba el tiempo y no mejoraba.

Fue a Hargeisa, la ciudad más grande de Somalilandia, en búsqueda de mayor atención. Se analizó su esputo para detectar tuberculosis en un hospital privado, donde los médicos confirmaron que tenía esta enfermedad. Luego, la derivaron al hospital de Berbera, donde actualmente cursa su tercer mes de tratamiento.

“Me recibieron muy bien en el hospital de Berbera. Todos los servicios aquí son gratuitos. Estoy recibiendo terapia, pastillas diarias y controles. Después de tres meses de tratamiento, me siento mejor. Me estoy acostumbrando al medicamento. Tengo un poco de sensibilidad en las articulaciones, por lo que no puedo caminar ni trasladar cosas pesadas. Mi esposo se llevó a nuestros cuatro hijos cuando se enteró de mi enfermedad. Gracias por estar aquí cuando más lo necesito. Viviré para ver a mis hijos de nuevo”, dijo.

Mohamed Muse*: Hargeisa

“Estaba destrozado cuando me diagnosticaron tuberculosis por tercera vez. Creí que esta vez no sobreviviría”.

Mohamed Muse, de 36 años, pensó que había triunfado sobre la tuberculosis después de superar la enfermedad dos veces antes y declararse curado. Mohamed buscó tratamiento en la región somalí de Etiopía en busca de una mejor atención médica.

Mohamed Muse, de 36 años, creyó que había vencido la tuberculosis después de haber superado la enfermedad dos veces antes. Mohamed buscó tratamiento en la región somalí de Etiopía y, finalmente, llegó a Somalilandia en búsqueda de atención médica. Poco después de un segundo tratamiento para la tuberculosis de nueve meses en Hargeisa, Mohamed se enfermó de nuevo a principios de 2020. Le dolía el pecho, tenía tos persistente y había perdido peso. Esto sucedió al mismo tiempo que su familia estaba luchando contra la sequía.

“Tenía la sensación de que los síntomas eran similares a los de las infecciones por tuberculosis anteriores. No mejoraba en absoluto. No teníamos comida y el ganado se estaba muriendo. Era difícil conseguir una comida al día. Busqué un boleto de autobús para ir a Hargeisa para recibir tratamiento. Es difícil encontrar un centro de tuberculosis en mi zona rural o en distritos cercanos”, dijo Mohamed.

Mohamed se subió a un autobús para viajar cuatro horas a Hargeisa solo y fue recibido por familiares. La mañana siguiente, visitó el hospital de Hargeisa, donde se analizaron su esputo y sangre. Finalmente, a Mohamed le diagnosticaron tuberculosis resistente a los medicamentos.

“Estaba destrozado cuando me diagnosticaron tuberculosis por tercera vez. Creí que esta vez no sobreviviría. También estaba conmocionado cuando me enteré de que el tratamiento suele durar veinte meses. Durante las primeras semanas de tomar el medicamento, tenía náuseas, vomitaba cada vez que tragaba una pastilla y tenía sarpullidos. También tuve depresión al pensar en mi familia y la sequía cuando volviera a casa. En el hospital de tuberculosis, tengo comida, una cama y estipendios mensuales para poder comprar alimentos y bebidas nutritivos mientras mejoro”, dijo Mohamed.

Después de trece meses de tratamiento, Mohamed ha hecho un progreso constante y ahora puede volver a ponerse de pie. Dice que su prioridad principal después de curarse es casarse y formar una familia.

Leila Abdi*: Hargeisa

“Quiero volver a ir a la escuela y abrazar y darles la mano a mis amigos”.

Leila Abdi (nombre cambiado para proteger la identidad), de 14 años, recibió tratamiento contra la TB-DR en el Hospital de TB de Hargeisa en Somalilandia.

Es bien sabido que la tuberculosis afecta con más frecuencia a los adultos, aunque aproximadamente un millón de niños también la desarrollan y casi un cuarto de millón muere a causa de la enfermedad todos los años. Además, esta enfermedad es más difícil de identificar en los niños, que son más propensos a desarrollar tipos más graves y mortales de la enfermedad.

Leila Abdi, una estudiante de 14 años, llevaba dos semanas con tos, gripe y fiebre muy alta. Su madre, una ama de casa a tiempo completo, se preocupó cada vez más cuando la afección de su hija comenzó a empeorar, incluso después de visitas a varios hospitales en Hargeisa para recibir atención médica. Debido a que su tío hacía poco había recibido tratamiento para la tuberculosis, la madre de Leila sospechó que su hija también podría haber contraído la enfermedad.

“Mi hija estaba perdiendo peso y el apetito y tosía muy fuerte por la noche. Los antibióticos y los jarabes de las farmacias locales no la ayudaban. Esos síntomas me parecían similares a los de la tuberculosis. Decidí llevarla al hospital de Hargeisa, donde su tío había recibido tratamiento para la tuberculosis”, dijo la madre de Leila.

Después de los análisis de esputo y sangre, a Leila finalmente le diagnosticaron esta enfermedad en noviembre de 2021. Después de tres meses de tratamiento, ya no tose y recuperó el apetito y el peso.

“Cuando me trajeron aquí, no me sentía bien. Me hice amigos de los pacientes con tuberculosis y aprendí mucho de ellos. Estoy contenta de que me hayan dado el alta de la sala y de haberme reencontrado con mi madre. Continuaré tomando el medicamento come me indicó el médico. Quiero volver a ir a la escuela y abrazar y darles la mano a mis amigos”, dijo Leila.

Abdirahman Sugule*: Berbera

“Como sobreviviente de la tuberculosis, quiero trabajar para generar conciencia sobre esta enfermedad y apoyar a otras personas recientemente diagnosticadas mientras reciben tratamiento”.

Abdirahman Sugule recibe información sobre la conclusión de su tratamiento después de completar con éxito el tratamiento de DR-TB en Berbera, Somalilandia.

Mi nombre es Abdirahman Sugule. Vivo en Berbera. Tengo 58 años y solía trabajar en un restaurante como cocinero. Me diagnosticaron un tipo de tuberculosis que es resistente a los medicamentos, conocida como “TB-DR”. Comenzó con tos y fiebre leves. Compré algunos antibióticos en la farmacia, que aliviaron el dolor de forma temporal. Después de tres semanas, la tos se volvió más seca y comencé a escupir esputo con sangre, incluso a veces de un color rojo brillante. Mi afección empeoró y perdí el conocimiento.

Me llevaron al hospital de Berbera donde me diagnosticaron tuberculosis resistente a los medicamentos. Me ingresaron en la sala donde comencé el tratamiento. Dado que estaba muy débil y casi no comía nada, tomar catorce pastillas por día era terrible. Me brindaron terapia adecuada, tratamiento gratuito, una cama y comidas. Ahora sé que la tuberculosis se cura y se puede prevenir.

Después de seis meses de tratamiento, he recuperado gradualmente mi fuerza y casi todos mis síntomas han desaparecido. Como padre de seis hijos, las oraciones y mi conexión diaria con Dios me ayudaron durante este difícil momento.

Aunque ahora he dado negativo y me darán el alta, las personas aún creen que tengo un remanente de tuberculosis en el cuerpo y me esquivan. Creo que tengo la responsabilidad de derribar algunos mitos sobre esta enfermedad en la comunidad. Como sobreviviente de la tuberculosis y con algunos conocimientos básicos, trabajaré para generar conciencia sobre la enfermedad. Quiero apoyar a otras personas que han sido diagnosticadas recientemente y están recibiendo tratamiento.

Espero volver al trabajo de nuevo pronto.

*Se modificaron los nombres de los pacientes para proteger la identidad.

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