Los equipos de MSF han empezado a asistir en Georgia y en el Cáucaso Norte a las personas desplazadas por el conflicto. A pesar del alto el fuego, siguen sin poder acceder a Osetia del Sur, la zona más afectada, para llevar a cabo una evaluación independiente de las necesidades.
MSF expresa su preocupación por las personas que han huído del conflicto y por la posible interrupción de los tratamientos de tuberculosis de sus pacientes.