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Ante las actuales políticas represivas de persecución, los migrantes se vuelven más invisibles y, por lo tanto, mucho más vulnerables. Nuestra responsable médica en México explica cómo sufren a diario situaciones de violencia extrema con severas secuelas "que jamás habría imaginado".

Desde Médicos Sin Fronteras llamamos a los gobiernos de México y Estados Unidos a frenar la ejecución de inhumanas políticas migratorias que ponen en riesgo la vida de las personas y a implementar medidas que protejan y garanticen la asistencia humanitaria. Ninguna ciudad en Tamaulipas es apta para la recepción de migrantes, solicitantes de asilo y retornados.

El 11 de septiembre, el Tribunal Supremo de Estados Unidos autorizó a la administración del presidente Trump a aplicar una nueva política en la frontera sur, que prohíbe las solicitudes de asilo para las personas que pasaron por otro país en su ruta hacia EE.UU. y no buscaron asilo primero allí.

Desde la implementación del Protocolo de Protección de la Migración en Tamaulipas (México), Médicos Sin Fronteras ha visto cerca de 100 personas reingresar diariamente al país, en una ciudad sin capacidad para recibirlas. Los solicitantes de asilo se ven obligados a dormir en carpas sin acceso a saneamiento y agua potable.

Ellas son mujeres de Guerrero, uno de los estados más violentos de México. Los enfrentamientos son habituales entre grupos criminales, de autodefensa y autoridades policiales y militares, que muchas veces suponen el bloqueo y aislamiento de comunidades enteras. Hablamos con mujeres de la Sierra Madre cuyos pueblos han quedado incomunicados, confinados durante meses por la rivalidad entre grupos armados.

Avril Benoît, Directora Ejecutiva de Médicos Sin Fronteras en Estados Unidos, en respuesta a los reportes sobre las terribles condiciones en las instalaciones donde se encuentran los detenidos los migrantes y solicitantes de asilo: "Son consistentes con lo que vemos y escuchamos de nuestros pacientes deportados en México".

Las redadas y detenciones masivas de grupos de migrantes y solicitantes de asilo se han visto incrementadas en las últimas semanas en la frontera sur de México. Estas acciones fuerzan a la población migrante a la clandestinidad y bloquean su acceso a los servicios médicos.