Las fístulas obstétricas son una de las secuelas más graves de los partos largos y complicados sin acceso a atención médica. Estos pueden durar hasta cinco días. En el 90% de los casos, las mujeres dan a luz a bebés sin vida.
Estos partos traumáticos pueden provocar una fístula, que es una perforación entre la vagina y la vejiga o el recto. Esto causa incontinencia permanente y afecta gravemente la calidad de vida de las mujeres.
“No vemos fístulas en los países occidentales porque hay acceso a cesáreas o ventosas, pero aquí en Nigeria, el bebé podría estar atascado varios días. La presión prolongada de la cabeza del bebé sobre la pelvis de la mujer genera necrosis, que es el origen de la fístula obstétrica”
Clémence Chbat, referente médica de salud de la mujer en MSF.
Jahun: un espacio de alivio, sororidad y recuperación

La sala de fístulas del hospital general de Jahun, operado con nuestro apoyo, es un lugar de alivio durante los dos o tres meses de hospitalización. Allí se forjan fuertes lazos de solidaridad y sororidad.
“La Unidad de Fístulas es un lugar agradable donde las mujeres pueden hablar de lo que les pasa. Como han tenido las mismas dificultades, forjan una relación especial. Juntas, hacen todo lo posible por curar sus heridas. Es un lugar donde se ve mucha esperanza”, explica Clémence Chbat.
Cada paciente puede necesitar uno o más procedimientos quirúrgicos reconstructivos para reparar la fístula. Desde 2024, complementamos esta atención poniendo en marcha actividades de rehabilitación de la salud de la mujer y capacitando a fisioterapeutas locales.
“Enseñamos a las mujeres a recuperar el control de sus funciones corporales, a controlar la micción y las deposiciones y, en consecuencia, a recuperar su dignidad. Es un paso esencial hacia la recuperación”
Elizabeth Braga, fisioterapeuta de MSF.
Más allá de la cirugía: rehabilitación, dignidad y fortaleza

Una vez a la semana, los residentes también organizan “Miércoles Felices”. Son días en los que hacen manualidades, joyas o sombreros. Organizan sesiones de canto o partidos de baloncesto; se disfrazan y usan perfumes: todas formas diferentes para que vuelvan a sentirse fuertes e independientes.
Las fístulas obstétricas son una condición médica grave en sí mismas, que afectan el cuerpo y la dignidad de las mujeres. También son el resultado y la causa de acontecimientos y consecuencias traumáticas.
El riesgo de parto complicado y, por tanto, de fístulas aumenta cuando la pelvis de la mujer es demasiado pequeña para permitir el paso del bebé.
Esto puede ocurrir cuando niñas menores de 15 años quedan embarazadas. O cuando la mujer que da a luz ha sufrido desnutrición y retraso del crecimiento en la infancia.
Las fístulas también pueden provocar complicaciones como infecciones o infertilidad. La incontinencia permanente que causan a las mujeres es a menudo el pretexto para la estigmatización, la exclusión de sus comunidades o el divorcio de sus esposos. Puede ser la causa de trastornos psicológicos como la depresión.
Los esfuerzos para erradicar las fístulas deben hacerse tanto a nivel individual como estructural.
Las fístulas se pueden prevenir

Además de la acción individual, la lucha para erradicar las fístulas debe incluir garantizar que las mujeres tengan acceso a instalaciones sanitarias bien equipadas y a profesionales capacitados durante el embarazo y el parto.
Esto solo puede ocurrir si hay voluntad política, compromiso comunitario e inversión sostenible en la salud de las mujeres.
Además de prestar el servicio para casos de fístula, nuestros equipos brindan apoyo a la unidad de maternidad del hospital general de Jahun. Además, a cuatro unidades de maternidad más pequeñas en Aujara, Miga, Taura y Jahun desde 2008. Aquí se producen unos 20.000 partos al año.
“En primer lugar, hay que concientizar a los interesados —principalmente a las mujeres que van a dar a luz, pero también a sus esposos, suegras, asistentes de parto y líderes religiosos— sobre el parto seguro y la necesidad de un acceso rápido a atención médica en caso de complicaciones, como mucho después de 24 horas de trabajo de parto. También les aconsejamos que reserven de antemano los fondos necesarios para pagar el transporte al hospital más cercano, ya que lamentablemente esto sigue siendo un verdadero obstáculo para muchas mujeres”
Clémence Chbat, referente médica de salud de la mujer en MSF.