MSF pospone la reapertura de su maternidad en la provincia afgana de Khost

Cinco semanas después de la explosión, en la que resultaron heridas siete personas, el equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) considera que la situación todavía no es lo bastante segura para sus pacientes y su personal, y ha aplazado la decisión de reanudar su trabajo en la maternidad de Khost. “Nada es más importante para […]

Cinco semanas después de la explosión, en la que resultaron heridas siete personas, el equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) considera que la situación todavía no es lo bastante segura para sus pacientes y su personal, y ha aplazado la decisión de reanudar su trabajo en la maternidad de Khost.

“Nada es más importante para nosotros que la seguridad en nuestros hospitales. Como organización médica y como huéspedes en Khost, dependemos de terceros para asegurar que podemos atender a los pacientes sin la amenaza de la violencia. Apelamos a las autoridades pertinentes a hacer todo lo que puedan para asegurar un entorno seguro que nos permita retomar nuestro trabajo en la maternidad”, declara Benoit De Gryse, coordinador general de MSF en Afganistán.

MSF seguirá atenta a la situación en Khost y realizando consultas con la comunidad local. También está a la espera de los resultados de las investigaciones que están llevando a cabo las autoridades. De momento, no se ha fijado una fecha para la posible reapertura de la maternidad que la organización abrió en esta ciudad del este de Afganistán.

“Fue una decisión muy difícil suspender las actividades en Khost, donde habíamos invertido muchos recursos y había más de 100 personas trabajando, pero por desgracia las circunstancias actuales imposibilitan seguir prestando la asistencia que veníamos dando. Es inaceptable que la vida de nuestras pacientes corra peligro cuando acuden en busca de atención sanitaria”, añade De Gryse.

Desde su apertura el pasado mes de marzo hasta la explosión ocurrida a principios de abril, el personal de la maternidad de MSF, con capacidad para 56 camas, había asistido más de 600 partos y ayudado a 100 mujeres con embarazos complicados. Las pacientes que estaban siendo atendidas en el momento del incidente fueron referidas al hospital provincial de Khost. MSF lamenta profundamente no poder continuar con su trabajo, habiendo como hay una enorme necesidad de atención de salud materna gratuita de calidad en esta parte del país.

“Estamos agradecidos por el gran apoyo recibido de la mayoría de la comunidad de Khost, pero no podemos reabrir el centro a menos que estemos seguros de que podemos prestar atención sanitaria en un entorno seguro”, concluye Benoit De Gryse.

MSF también trabaja en el hospital Ahmed Shah Baba, en el este de Kabul, en el hospital Boost de Lashkarga, en la provincia de Helmand, y gestiona un centro de urgencias en Kunduz, donde dispensa atención quirúrgica vital a la población del norte de Afganistán. Los equipos proporcionan atención médica gratuita en todos estos centros y dan apoyo a todos los departamentos de los hospitales. Todos los proyectos de MSF en Afganistán se financian exclusivamente con fondos privados; la organización no acepta financiación de ningún gobierno a este fin.

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