Médicos Sin Fronteras abre en Roma un centro para la recuperación de sobrevivientes de la tortura y de tratos inhumanos

25 años, de Eritrea. En su camino a Europa, estuvo encerrado en Libia dos meses: le daban sólo un pedazo de pan al día. "En Libia no hay ley, cada persona que conocés te golpea".  ©Gabriele François Casini/MSF

Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Roma han abierto un centro para la recuperación de víctimas de la tortura y de otras formas de trato inhumano. El centro facilitará asistencia médica, psicológica, social y legal a todo migrante, refugiado o solicitante de asilo que haya sido víctima de la tortura o de otras […]

Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Roma han abierto un centro para la recuperación de víctimas de la tortura y de otras formas de trato inhumano. El centro facilitará asistencia médica, psicológica, social y legal a todo migrante, refugiado o solicitante de asilo que haya sido víctima de la tortura o de otras formas de violencia selectiva, independientemente de su lugar de origen o de su situación legal.

El proyecto se inscribe dentro de las actividades que MSF ha estado llevando a cabo en Roma desde octubre de 2015 en colaboración con las organizaciones italianas Médicos Contra la Tortura y con la Asociación de Estudios Jurídicos de la Inmigración. Hasta la fecha, los equipos de MSF han proporcionado tratamiento de recuperación a 50 personas procedentes, principalmente, de África occidental, el Cuerno de África, Egipto y sur de Asia.

Estas personas sufrieron violencia tanto en sus países de origen como durante las peligrosas rutas hasta llegar a las costas europeas.

«Al mismo tiempo que brindamos asistencia a migrantes y refugiados nos enfrentamos al relato de trágicas historias de violencia y abusos que requieren una atención y un tratamiento específico«, explica Gianfranco Di Maio, coordinador del proyecto de MSF. «Con este centro, podemos establecer una mayor conexión con los pacientes y abordar las profundas emociones con las que están luchando al mismo tiempo que respetamos plenamente su privacidad”.

MSF ha diseñado el centro de manera que no vuelva a traumatizar a la gente por su parecido, por ejemplo, con los lugares donde fueron torturados. «El centro ha sido trazado para crear un espacio que ayude a fomentar una sensación de confianza mutua entre los pacientes y los cuidadores«, afirma De Maio. «Es un espacio donde la gente podrá manejar sus sentimientos de rabia, miedo, sospecha o resignación, todos ellos consecuencia directa de la tortura que padecieron«.

MSF facilita servicios de rehabilitación a través de un enfoque multidisciplinar llevado a cabo por un equipo integrado por un médico, un psiquiatra, un psicólogo, un científico forense, un fisioterapeuta, dos asistentes sociales, dos expertos legales y doce mediadores culturales y traductores.

MSF se basa en su experiencia en la asistencia a solicitantes de asilo y migrantes que llegan a puerto y más tarde son llevados a centros de acogida en Sicilia. Alrededor del 80% de las personas asistidas por MSF afirmaron que habían sufrido abusos y violencia durante el viaje hacia Europa. Por lo general estos episodios tuvieron tenido lugar en Libia donde la mayor parte quedaron atrapados durante varios meses. Por esta razón, el centro no solo facilita atención a supervivientes de la tortura sino también a personas que fueron retenidas durante largos períodos de tiempo, que recibieron malos tratos o sufrieron exposición a la violencia en su país de origen o durante su ruta hacia Europa.

«La tortura y los tratos inhumanos son fenómenos extendidos y en MSF hacemos de su tratamiento un aspecto clave de nuestros proyecto de migración«, expone Tommaso Fabbri, coordinador general  de MSF en Italia. «Sin vías seguras y legales para llegar a Europa, muchas personas están particularmente expuestas al riesgo de sufrir abusos y violencia, lo que podría tener consecuencias médicas y psicológicas graves a largo plazo. A partir de la experiencia de sus operaciones, MSF ha adquirido conocimientos prácticos en el trabajo con supervivientes de la tortura. Este proyecto está diseñado para proporcionar una respuesta adecuada a su sufrimiento y ofrecerles una oportunidad de recuperación completa«, concluye Tommaso.

 

MSF trabaja en Italia desde 2002, especialmente en los puntos de desembarco en las costas de Sicilia y en los centros de acogida de migrantes y solicitantes de asilo. Desde 2015, los esfuerzos de MSF se han centrado, fundamentalmente, en la prestación de asistencia médica y psicológica a quienes llegan a las costas italianas tras viajes largos y peligrosos y que requieren atención médica y psicológica urgente. En 2016, MSF tiene previsto fortalecer su respuesta en materia de salud mental para migrantes y refugiados tanto en Roma como en Sicilia.

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