En las Islas Griegas las familias migrantes se encuentran al borde de una emergencia humanitaria

A medida que las temperaturas bajan cada día, las personas no tienen más remedio que vivir en tiendas de verano en el campamento de Moria o en el olivar cercano. ©MSF

En Moria, en la isla de Lesbos, hay más de 7.000 personas en un campo construido para 2.300. Hay unos 70 recién llegados cada día, la mayoría son mujeres y menores. En Samos, 1.500 personas viven en un campo diseñado para 700 personas.

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) advertimos que por segundo invierno consecutivo, las autoridades griegas están atrapando a miles de hombres, mujeres y menores en las islas griegas dejándolos al borde de una emergencia humanitaria. En respuesta a esta crisis, ampliamos nuestra intervención humanitaria de emergencia y hacemos un llamamiento a las autoridades griegas y a la Unión Europea para que abran las islas y trasladen inmediatamente a las personas al continente.

«En Lesbos, familias enteras que llegaron recientemente de países como Siria, Afganistán e Irak se amontonan en pequeñas tiendas de verano, bajo la lluvia y las bajas temperaturas, luchando por mantenerse secos y calientes», explica Aria Danika, coordinadora del proyecto de MSF en Lesbos.

«Las condiciones psicológicas de las personas también son terribles: en nuestra clínica de salud mental hemos recibido una media de 10 pacientes con angustia mental aguda cada día, incluidos muchos que intentaron suicidarse o autolesionarse. La situación en la isla ya era terrible, ahora está mucho más grave«.

Debido a las restricciones impuestas por el acuerdo entre la UE y Turquía, que bloquea a las personas en las islas, el campo de Moria en Lesbos está peligrosamente superpoblado. Actualmente, hay más de 7.000 personas en un campo construido para 2.300, con un promedio de 70 recién llegados de Turquía a Lesbos cada día, la mayoría de los cuales son mujeres y menores. En el campo, no hay suficientes duchas e inodoros, poco acceso al agua y hay familias enteras que duermen en pequeñas tiendas de verano para dos personas, expuestas a la lluvia y las bajas temperaturas. En Samos, 1.500 personas viven en un campo diseñado para 700 personas, y cientos están durmiendo bajo carpas sin calefacción y con malas condiciones de higiene.

Estas espantosas condiciones de vida representan un riesgo crítico para la salud y la vida de las personas. El año pasado ya murieron cinco personas en Moria como consecuencia de las condiciones de vida dentro del campo. La situación es particularmente peligrosa para los menores que tienen una capacidad limitada para sobrellevar condiciones climáticas tan difíciles. Esta situación insostenible también está provocando una mayor tensión y desesperación entre los migrantes y refugiados, con los residentes locales y las autoridades que protestan porque las islas se han transformado en prisiones.

MSF ha abierto una clínica móvil de Moria para menores de 16 años y mujeres embarazadas, en la que se proporciona atención primaria de salud y se trata neumonía, hipotermia y otras enfermedades relacionadas con el resfriado en la población más vulnerable. MSF también está negociando con las autoridades griegas para mejorar las condiciones de agua y saneamiento en Lesbos y Samos.

«¿Cómo pueden las autoridades griegas y europeas seguir creyendo que atrapar a la gente en estas terribles condiciones impedirá la llegada de otros refugiados? Las personas están desesperadas y continúan llegando a las islas griegas cada día después de arriesgar sus vidas en el mar Egeo. Esta política de crueldad impuesta a las personas vulnerables en busca de protección ha fracasado y debe detenerse «, afirma Emilie Rouvroy, coordinadora general de MSF en Grecia.

«Recientemente, las autoridades griegas anunciaron que 3.000 personas serían trasladadas fuera de las islas antes del 10 de diciembre, pero incluso si este plan de evacuación se lleva a cabo, en unas pocas semanas acabaremos en la misma situación. Es hora de detener la política de contención en las islas y permitir que las personas se trasladen a donde se puedan atender sus necesidades humanitarias y de protección de una manera humana «, concluye.

MSF en las islas griegas

En Lesbos, MSF abrió una clínica móvil en las afueras del campo de Moria para responder a las necesidades más urgentes de los menores de 16 años y las mujeres embarazadas. La organización realizó una evaluación y propondrá apoyo adicional a las autoridades griegas en los próximos días para mejorar las condiciones de agua y saneamiento en Moria. También proporcionará 8.000 mantas, 8.000 kits de higiene, 4.000 sacos de dormir y 4.000 colchones. Además, la organización aumentará la atención de la salud mental en Lesbos para responder a las crecientes necesidades relacionadas con la desesperación de aquellos atrapados en el campo de Moria.

En Samos, MSF está negociando con las autoridades griegas para poder mejorar las condiciones de higiene, reparar inodoros y duchas, así como realizar actividades de control de plagas.

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