Grecia: la policía griega hace cumplir una cuarentena cruel e injustificada en el campo de Moria en Lesbos

Yasin es un niño afgano de 9 años que visita la clínica pediátrica de Médicos Sin Fronteras una vez a la semana con su padre Mohtar, para consultar con un psicólogo infantil. Campo de Moria, en Lesbos, Grecia. Julio de 2020.Enri CANAJ/Magnum Photos for MSF

El Gobierno griego impone una cuarentena masiva, mal planteada y potencialmente dañina tras el primer caso de COVID-19 confirmado en el campo de refugiados de Moria. Allí viven 13.000 personas en condiciones insalubres.

El gobierno griego está aplicando una cuarentena mal planteada y potencialmente dañina en el campo para migrantes y solicitantes de asilo de Moria, en la isla de Lesbos, Grecia. Este tipo de cuarentena masiva es peligrosa y debe evitarse a toda costa. Sobre todo, estas medidas restrictivas nunca pueden ser usadas para encubrir la falta de una estrategia integral para reducir la transmisión del COVID-19 en el campo y proteger lo que queda de la dignidad de las personas.

El número de casos confirmados de COVID-19 entre los residentes no migrantes de la isla ha aumentado últimamente, pero hasta el día de hoy solo hay un caso confirmado de COVID-19 entre los habitantes del campo de Moria. El deber que tiene el gobierno de brindar atención le obliga a impulsar la respuesta de salud pública a las y los solicitantes de asilo de Moria, no a encarcelarlos en sus condiciones infernales como una forma de pretender proteger a la isla de la propagación del virus.

Moria no es seguro para nadie, pero hay más de 200 personas identificadas y nombradas cuya edad y condiciones de salud subyacentes los ponen en grave riesgo ante el COVID-19. Durante meses, Médicos Sin Fronteras (MSF) y otras organizaciones han estado pidiendo la evacuación total de todos los residentes del campamento de Moria, con una urgencia específica de trasladar a estas personas particularmente vulnerables desde el punto de vista médico a un alojamiento seguro en Lesbos, en el continente u otros Estados de la UE.

En abril, el gobierno prometió estas evacuaciones de las islas, pero cinco meses después estas personas siguen atrapadas y ahora están contenidas por un cordón policial. Con un caso positivo confirmado en Moria, es esencial que estas personas sean trasladadas del campo a un alojamiento seguro ahora mismo. No hacerlo sería un claro incumplimiento del deber de diligencia de las autoridades griegas.

«Aparentemente, las autoridades sanitarias locales han comenzado a realizar pruebas de detección de COVID-19 en los residentes del campo, pero eso es una fracción de lo que hay que hacer«, afirma Caroline Willemen, coordinadora de terreno de MSF para COVID-19 en Lesbos. “Lo que se necesita es una respuesta adecuada de salud pública; bien planificada, con seguimiento de contactos y pruebas, y un gran impulso para que las condiciones de higiene y los servicios de salud sean fácilmente accesibles».

En abril adaptamos nuestras actividades en respuesta al COVID-19 dentro del campo de Moria, en Lesbos, Grecia.

“No podemos ver la justificación de la cuarentena masiva forzada”, dice Willemen. «Y lo que es peor, sabemos que estas medidas empeorarán la ya deteriorada salud mental de nuestros pacientes».

“En este momento en Moria, hay personas mayores con problemas de salud subyacentes, mujeres embarazadas y niños que tienen miedo y están expuestos a más traumas como resultado de esta política”, continúa Willemen. “El gobierno debería proteger a estas personas, pero en cambio, al mantenerlas rodeadas con el COVID-19 en el campo, las están exponiendo”.

Cualquier persona que esté comprometida con la salud pública sabe que se necesita un enfoque integral más que simplemente una cuarentena, particularmente cuando el COVID-19 evidentemente ya está circulando fuera del campo. Sabemos qué hace que una respuesta de salud pública durante los brotes sea exitosa es necesario:

  • no recurrir a medidas perjudiciales como la vigilancia y la detención;
  • asegurar la debida información y colaboración de la comunidad;
  • garantizar que las medidas básicas de higiene sean lo más accesibles posible para todas las personas;
  • evacuar y proteger a las personas que se encuentran en mayor riesgo médico;
  • realizar pruebas masivas;
  • aislar y tratar a las personas con casos positivos;
  • rastrear contactos; y
  • establecer una cuarentena solo en lugares donde existan normas mínimas y donde se pueda garantizar el seguimiento médico de las personas.

Hasta ahora, la reacción de las autoridades ha sido una medida de salud pública (según los informes, el inicio de las pruebas en el campo) y una aplicación innecesaria de un cierre de cuarentena masivo. Si el gobierno griego se hará responsable de su deber de brindar atención, debe implementar urgentemente las otras medidas de salud pública, o evacuar por completo a los y las habitantes de Moria a lugares más seguros, en lugar de depender de una cuarentena masiva que inevitablemente causará sufrimiento adicional y no aportará absolutamente ningún beneficio para la salud pública.

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