Cada día, MSF realiza una media de 70 consultas médicas y psicológicas.
Tras el reciente desplazamiento de familias en torno al río Dubasa en la región del Chocó, al noroeste de Colombia, Médicos Sin Fronteras (MSF) está aportando atención médica y apoyo en materia de agua y saneamiento a la población.
El desplazamiento empezó a principios de marzo cuando se incrementaron las tensiones entre los paramilitares y el Ejército de Liberación Nacional (ELF) en la zona, obligando a las familias a abandonar sus aldeas. La población desplazada ha buscado refugio en Catru, una pequeña aldea de casi 1.200 habitantes que ha visto su población crecer hasta las 2.000 personas con los recién llegados.
Las condiciones de hacinamiento incrementan el riesgo de contraer enfermedades
MSF ha estado proporcionando atención médica y apoyo psicosocial a la población desplazada en Catru desde principios de marzo. La comunidad local ha dado muestras de una gran solidaridad, acogiendo a los desplazados en sus hogares. No obstante, en estos momentos hay de dos a cuatro familias viviendo juntas en casas construidas para albergar a sólo una familia, explica Oscar Bernal, coordinador médico de MSF en Colombia. Con el hacinamiento, existe un mayor riesgo de que las enfermedades infecciosas se propaguen.
Cada día, MSF realiza una media de 70 consultas médicas y psicológicas. Los principales problemas de salud son la malaria, la tuberculosis y la desnutrición infantil, añade Bernal. MSF ha referido casos de embarazos complicados, neumonía y tuberculosis extra pulmonar al hospital en la capital provincial. Los pacientes referidos deben viajar hasta cuatro horas en las barcas de MSF y seguir el trayecto por tierra.
MSF también está formando a promotores de salud locales en cómo prevenir la diarrea y la malaria y cómo efectuar rehidratación oral. Además, se ha lanzado una campaña de desparasitación entre la población. MSF también ha distribuido kits de higiene y alimentos como azúcar, aceite, arroz y lentejas tanto a las familias desplazadas como a las residentes. Para asegurar que una población cada vez mayor tenga acceso a agua limpia, MSF ha reparado el sistema de suministro de agua en la aldea. MSF y la comunidad han trabajado conjuntamente para identificar las necesidades prioritarias para la comunidad.
La embarcación-clínica de MSF llega a comunidades aisladas
El río Dubasa es un afluente del río Baudo, donde MSF empezó una intervención con clínicas móviles en enero de 2008. Durante ocho días seguidos, un equipo médico viaja río arriba en barca hasta llegar a las comunidades aisladas a orillas del río. En marzo, durante una visita móvil regular, MSF identificó a las familias recientemente desplazadas en Catru e inmediatamente empezó a responder a sus necesidades.
Colombia tiene la segunda población desplazada más numerosa del mundo, con más de 4 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido al conflicto armado. MSF trabaja en 17 de las 32 regiones del país.