“Es gratificante saber que nuestras comunidades cuentan con nosotros”: conocé a cuatro de nuestros agentes comunitarios de salud en Nariño, Colombia

Nuestros nuevos agentes comunitarios de salud en Nariño, Colombia: Ruby Angulo, Yohan Medina, Yudi Preciado, Danna Prens, Miriam Guerrero, Carlos Sevillano y Kelli Segura.MSF.

En el sur de Colombia, implementamos un modelo de salud comunitaria y descentralizada. Te contamos cómo han avanzado los procesos de formación.

En el sur de Nariño, implementamos un proyecto de salud comunitaria en los municipios de Roberto Payán, Magüí Payán y Barbacoas, pertenecientes a la subregión del Triángulo de Telembí, en la cual persisten necesidades humanitarias a causa del conflicto armado

Desde allí, además de responder reactivamente ante desplazamientos y confinamientos, trabajamos con las comunidades rurales para fortalecer la salud comunitaria, pues son justamente los habitantes locales de estas zonas quienes conocen mejor el sufrimiento de su comunidad y quienes, desde décadas atrás, cuentan con estrategias para afrontar las necesidades en salud. Nuestra organización busca fortalecerlas. 

En el transcurso de 2022, en el sur de Nariño hemos formado 12 agentes comunitarios que, con apoyo de la institucionalidad local, podrán trabajar para sus veredas en salud primaria, así como en salud mental. Estos agentes, además de ser referentes de salud en sus veredas, se desempeñarán como enlaces con los hospitales municipales y departamentales, con el fin de mejorar el acceso a la salud en estas zonas.

Heli Cortes, agente de salud comunitaria de Nariño, Colombia

A continuación, te compartimos cuatro testimonios de agentes comunitarios que culminaron su proceso de formación:

Yohan Medina

Me enteré de este programa por medio del Consejo Comunitario Unión de Cuencas y lo que más me ha gustado de este proceso de formación es que estamos haciendo cosas que antes no podíamos hacer. Para poner un ejemplo: antes no podíamos prestar primeros auxilios a nuestras comunidades porque no sabíamos cómo hacerlo, ahora hemos aprendido. 

De los aprendizajes que más me han gustado es saber cómo tomar los signos vitales, saber cómo dar una orientación sobre salud mental y explicar cómo tratar el agua para nuestras comunidades. Todo esto ha sido muy importante para mí porque, como bien sabemos, nuestras comunidades quedan bien alejadas de un centro de salud. Estando acá puedo ayudar dando charlas educativas y haciendo promoción y prevención para evitar que las personas se enfermen. 

En este momento, lo que más necesita la comunidad es apoyo por parte de la alcaldía, dados los desplazamientos que se están viviendo. Desde mi rol, lo que yo lo podría hacer es hablar con la alcaldía del municipio y con las instituciones para que la comunidad sea escuchada. Con este proceso de formación quiero mantener la ayuda para la comunidad y ayudar con todo el tema de remisiones médicas, así como dar a conocer lo que sucede en nuestras veredas

Anyela Preciado 

Vengo de la vereda Sande y estoy estudiando para ser auxiliar de enfermería. De pequeña siempre le dije a mi mamá que quería ser enfermera para ayudar a la comunidad y cuando ella se enteró del proyecto de Médicos Sin Fronteras (MSF) no dudé en inscribirme. Me ha gustado mucho porque he aprendido cosas nuevas que me ayudan a cumplir mi sueño de ser enfermera. 

El aprendizaje me ha gustado muchísimo y la comunidad lo ha recibido muy bien. Me ha gustado, por ejemplo, aprender a hacer promoción y prevención de las enfermedades porque es algo que hacía falta en mi comunidad. Poder hablar con la comunidad para tratar de evitar las enfermedades y ver que esas charlas funcionan, eso me fascinó. 

En este proceso he hablado con líderes de la comunidad y he ganado aceptación. Me he ido acercando a la comunidad para hablar de enfermedades importantes como la malaria y el dengue. Además de hablar, la comunidad ve que yo aplico estos protocolos, entonces se aprende también desde el ejemplo y por estas enseñanzas muchas personas me han agradecido. 

Ahora quiero seguir creciendo y aprendiendo y deseo que la salud de la comunidad esté mejor cada vez, disminuyendo los casos de dengue y malaria que a veces llegan a ser muchos. Mis expectativas están puestas en avanzar con mis estudios, llegar a trabajar en el centro de salud y ayudar cada vez a más comunidades. 

Anyela Preciado, agente de salud comunitaria de Nariño, Colombia

Ana Patricia Murillo 

Vengo de la vereda de Piri Brisas y soy agente comunitaria. Antes de esta formación trabajaba como ama de casa, tomé cursos como auxiliar de enfermería, pero no terminé. Como dejé el proceso ahí, me ilusioné mucho cuando MSF llegó a mi vereda a dar a conocer el proyecto, porque quería seguir formándome. De este proceso me ha gustado mucho aprender cosas que no sabía y cómo aplicarlas a mi vereda para mejorar, por ejemplo, la atención en primeros auxilios. 

Algo que me ha parecido muy importante es contar con la facilidad para conectar a las comunidades con los hospitales, pues se pueden acelerar esos procesos de primeros auxilios y traslados. También me ha parecido muy lindo volver a conocer mi vereda, hablar con los habitantes y escuchar sus necesidades. Si alguien llega a necesitar algo también me parece gratificante que sepan que pueden contar conmigo.

Ahora mismo, las mayores necesidades de la comunidad son el agua potable y enfermedades que se dan por estaciones. Muchas personas, por ejemplo, no tienen conocimiento del lavado de manos y eso algo que puedo impulsar. Por ejemplo: ya muchas personas no están tomando agua directamente del río sino que la hierven o le ponen filtro y se están lavando las manos también.

Esta experiencia ha sido muy bonita, he aprendido mucho y he tratado de dar lo mejor para ayudar a mi comunidad.

Dana Carolina Vázquez

Vengo de una vereda perteneciente a Piri Espumero. En este momento soy agente comunitaria. Antes me dedicaba a arreglar uñas en belleza y a ser ama de casa, las dos al mismo tiempo. Ahora estoy en este proyecto de MSF que me ha parecido muy bueno para nuestras comunidades porque podemos tener acceso a la salud más cerca, porque la verdad es que nunca hemos tenido esa atención en salud que se necesita. 

Con esta formación he visitado varios lugares y he conocido nuevas personas que, la verdad, le han aportado mucho a mi experiencia. Le doy gracias a Dios por brindarme esta oportunidad. Acá se trabaja con mucha entrega a las comunidades y se aprende de ellas y de su cultura. Yo solo conocía a mi comunidad, que es la Piri Espumero, pero ahora conozco muchas más y ha sido muy bueno. 

Ahora tenemos demasiadas necesidades, hay mucha preocupación por el agua, porque a veces se presenta diarrea en niños y también hay problemas para el manejo de residuos y limpieza. También tenemos que trabajar en alimentación y en espacios seguros. Con este trabajo ahora hemos podido tratar de ver soluciones para estos problemas y también hemos podido ver cómo prevenir las enfermedades. 

De este proyecto me ha gustado mucho ver que por medio del diálogo con las comunidades podemos mejorar temas de salud y ver que podemos trabajar unidos. También me ha parecido importante que el proyecto incluya la salud mental como parte de la formación, porque esto beneficia mucho a las comunidades.

Ser agente humanitario ha sido muy bonito porque es brindarles servicios a nuestras comunidades para avanzar todos juntos. 

Miriam Guerrero, otra de nuestras nuevas agentes comunitarias de salud, junto con Cándida Cabezas, de nuestra organización.

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