Alerta en Somalia: Las consultas de MSF en Galcayo, abarrotadas de niños desnutridos

La cantidad de niños con desnutrición severa no tiene precedentes en la zona. Más de 1.300 niños están ahora recibiendo asistencia en los proyectos nutricionales de MSF en el centro nutricional del hospital de Galcayo Sur y Galcayo norte. Esto es casi la mitad del número total de niños desnutridos tratados en la zona en […]

La cantidad de niños con desnutrición severa no tiene precedentes en la zona.

Más de 1.300 niños están ahora recibiendo asistencia en los proyectos nutricionales de MSF en el centro nutricional del hospital de Galcayo Sur y Galcayo norte. Esto es casi la mitad del número total de niños desnutridos tratados en la zona en todo el año 2008.

Fatuma está sentada junto a su hijo gravemente desnutrido y vigila con nerviosismo la aparición de cualquier signo de mejoría. Su hijo es uno de los más de 1.300 niños con desnutrición severa que actualmente reciben asistencia en el programa nutricional de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el sur y norte de Galcayo, Somalia.

“La situación es alarmante,” afirma la Jefe de Misión de MSF para Somalia, Karin Fischer Liddle. “Éste es el número más alto de niños desnutridos que MSF haya tratado nunca en la zona. Y lo que es más, nos preocupa que no todo el mundo pueda llegar hasta nosotros. Lo que vemos en nuestro programa puede ser una fracción de lo que puede ser una crisis más generalizada.”

Tristemente, sólo algunos de los que necesitan atención consiguen llegar a la estructura de MSF, que sigue siendo el único proveedor de atención médica gratuita en un radio de cientos de kilómetros a la redonda. Durante mucho tiempo, la inseguridad ha impedido que MSF gestione servicios móviles y transporte a los pacientes a y desde las aldeas más distantes.

“Sé que muchos mueren en su aldea. El viaje no es sólo largo sino que también es costoso y muchos no se lo pueden permitir,” explica Ubah, otra madre cuyo hijo recibe nutrición terapéutica y tratamiento para la tuberculosis en la estructura de MSF.

El número de mujeres con bebés desnutridos en brazos en las abarrotadas salas de espera de MSF va en aumento. Muchas han acudido como último recurso cuando su hijo enfermo ya no responde a los remedios comprados localmente y los métodos de sanación tradicionales.

“En las aldeas hay pequeñas farmacias que venden medicamentos pero sin receta. Si piensan que es malaria piden antipalúdicos. Con esta medicación, algunos se recuperan pero otros enferman más y mueren,” explica Fatuma.

La gente que llega a los programas nutricionales de MSF comenta que la inusualmente prolongada sequía de este año ha exacerbado una situación ya frágil; pobreza crónica, malas cosechas, altos precios de los alimentos y violencia continuada.

“Debido a la larga sequía en la zona, el mayor problema que vemos ahora es la desnutrición aguda severa. Cuando hace calor vemos a muchos pacientes que se desplazan largas distancias – algunos desde Etiopía. Y los pocos animales que poseen ya se han muerto”, afirma Jibril, el supervisor del Centro Nutricional Terapéutico.

Desgraciadamente, son los niños quienes se ven más afectados, atrapados en un círculo vicioso de enfermedad y desnutrición. “Hay muchos niños que sufren en las aldeas y que están muy enfermos,” añade Ubah. “La enfermedad de mi hija empezó con sarampión y la pequeña se debilitó mucho. Como si con esto no bastase, hubo un incendio y se quemó. Después de algún tiempo, se quedó ciega y luego estuvo inconsciente durante ocho días. Esto me obligó a traerla al hospital.”

Gracias al entregado personal somalí de MSF que gestiona los programas médicos de la organización en Somalia, tanto el hijo de Fatuma como el de Ubah muestran signos claros de mejoría.

“Llevamos aquí 15 días. Mi hija todavía está ciega pero si no fuera por esto está bien. Le han dado alimentos terapéuticos, vitaminas y líquidos. Ahora tiene otro aspecto, a diferencia de cuando la trajimos aquí. Ahora se parece más a los otros bebés.”

Sin embargo, hay muchos otros niños mucho menos afortunados. “Nuestros movimientos están muy restringidos debido a la inseguridad reinante y por lo tanto no podemos evaluar o responder a las necesidades médicas de una zona más amplia”, declara Karin Fischer Liddle, “mientras que todos los indicadores sugieren una terrible situación, en la que innumerables personas, especialmente los niños, padecen en silencio sin esperanza de recibir asistencia alguna”.

MSF lleva a cabo programas nutricionales en los hospitales del sur y norte de Galcayo. El hospital del sur de Galcayo es unos de los pocos centros en el sur y centro de Somalia que ofrece atención quirúrgica — atención obstétrica de urgencia y tratamiento para muchas personas heridas por la violencia. De enero a octubre de 2009, el personal de MSF trató a 4.803 niños con desnutrición severa y 321 víctimas de traumatismos violentos y realizó 33.700 consultas médicas en esta estructura. También se practicaron 700 partos y se vacunaron 6.600 personas. Además, 599 pacientes recibieron tratamiento contra la tuberculosis.

En otras partes, MSF lleva a cabo 10 proyectos en 8 regiones en toda Somalia, gracias a nuestro entregado personal somalí, apoyado por un equipo de gestión por control remoto basado en Nairobi.

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