A medida que la violencia se intensifica, cada vez hay más personas heridas pero resulta más difícil para la población acceder a atención médica. Las instalaciones de salud están en la primera línea del frente; de hecho, el lunes 9 de agosto un misil explotó muy cerca de nuestra sala de urgencias en el hospital de Boost.
50 años de humanidad. De acción médico-humanitaria, de testimonio, de conflictos, de poblaciones en movimiento, de barreras físicas y mentales que causan sufrimiento, de epidemias, de desastres naturales. Este año, cumplimos medio siglo de humanidad desde que el 21 de diciembre de 1971 Médicos Sin Fronteras se creara en París.
Mientras comenzaba el año alrededor del globo, nuestros equipos estuvieron junto a las mujeres que estaban por dar a luz. Ibrahim, Kalsoom y Kifayat Ullah son algunos de los recién nacidos el 1 de enero en nuestras clínicas.
Entre los fallecidos en el brutal ataque del pasado 12 de mayo había 16 madres. Fueron asesinadas a sangre fría; cinco de ellas en pleno trabajo de parto. También perdieron la vida una de nuestras matronas, dos niños y otras seis personas más.
Frederic Bonnot, jefe de los proyectos de MSF en Afganistán, se encontraba dentro de la maternidad Dashte Barchi, en Kabul, al momento del ataque. En esta nota comparte su testimonio sobre el cobarde acto de violencia .
Condenamos este acto de violencia cobarde que costó la vida de muchas personas. Un número desconocido de atacantes asaltaron el martes nuestra maternidad en el hospital Dashte Barchi, en Kabul, con explosiones y disparos que duraron horas.
"No solo damos una esperanza, evitamos que se desarrolle el cáncer cervical y que más mujeres tengan una oportunidad para sobrevivir", cuenta nuestra obstetra y ginecóloga Séverine Caluwaerts.