Ahmed Abdalrazag nació en Irak. Trabajó con Médicos Sin Fronteras (MSF) en un campo de refugiados en Túnez en 2011. Experimentó muchas de las dificultades que actualmente están siendo discutidas en la muestra “Forced from home” que la organización está realizando en Estados Unidos.
Médicos Sin Fronteras expone las contradicciones entre los compromisos de los Estados en la cumbre la ONU y la realidad de sus políticas aplicadas en terreno. Sirios en el Berm, somalíes en Dadaab, el infierno de Libia, el Mediterráneo, Italia, Grecia y los Balcanes, centroamericanos en México y Estados Unidos, rohingyas en el sudeste asiático y desplazados por Boko Haram en Lago Chad.
Para que los compromisos de la ONU adquieran sentido, los Estados deben poner fin a las políticas de fronteras que limitan el derecho a solicitar asilo y que derivan en violaciones de los derechos humanos.
Médicos Sin Fronteras (MSF) pide la evacuación médica de los heridos de guerra sirios a través de la frontera norte de Jordania, que está bloqueada. Este llamado coincide con la apertura de un nuevo departamento de cirugía en el proyecto quirúrgico de emergencia de MSF en Ramtha.
Desplazados por la violencia se enfrentan a su tercer verano en condiciones muy duras mientras más personas se ven obligadas a huir de sus hogares por la reanudación de los combates.
Mientras MSF entregaba la petición, 2.500 flores fueron colocadas frente a las oficinas de Pfizer en representación del número de niños que mueren de neumonía cada día.