msf339540_medium.jpg

Debido a la pandemia, el campamento se cerró con una valla. La gente que vive allí ya no tiene la misma libertad para salir, usar el agua del Río Grande para lavar la ropa o buscar leña por su cuenta. Ahora dependen de las donaciones que llegan cada día. Septiembre de 2020. © MSF/Arlette Blanco