En Harare, la capital, los equipos de MSF brindaron servicios integrales de salud sexual y reproductiva para adolescentes en Mbare; allí, continuamos con las actividades de promoción de la salud en las clínicas y los centros juveniles a los que damos apoyo. También mejoramos el suministro de agua potable a las comunidades vulnerables de la ciudad mediante la rehabilitación y mejora de los pozos y la perforación de otros nuevos.
En la provincia de Manicalandia, MSF apoyó al Ministerio de Salud y Cuidado Infantil en un programa coordinado por personal de enfermería destinado a llevar el tratamiento de la hipertensión y la diabetes hasta las clínicas rurales de Chipinge y Mutare. Este proyecto fue traspasado al Ministerio en noviembre de 2020.
De la misma manera, tras nueve años de asistencia a las comunidades en el distrito de Gutu (en la provincia de Masvingo), traspasamos el proyecto de VIH y cáncer de cuello uterino al Ministerio y sus contrapartes.
Durante el confinamiento por el COVID-19 en abril, muchas personas con enfermedades crónicas en todo el país no pudieron conseguir su medicación. Para abordar este problema, MSF garantizó la continuidad de la atención mediante visitas domiciliarias para reabastecer a los pacientes con VIH y enfermedades no contagiosas.
Como proveedor principal de servicios médicos en el puesto fronterizo de Beitbridge (en Matabelelandia Meridional), dimos apoyo a los Ministerios de Salud y de Trabajo y Bienestar Social con intervenciones específicas para llegar a quienes cruzan la frontera entre Zimbabue y Sudáfrica. Estas actividades incluyeron clínicas móviles y un paquete ambulatorio con apoyo en salud mental, prevención, detección y tratamiento.