En Haití, país en plena crisis política y económica, persisten enormes obstáculos para que las personas que lo necesitan puedan recibir atención médica. La violencia está muy extendida, especialmente en la capital, Puerto Príncipe, donde las bandas luchan por el territorio y el poder. En 2020, hubo varias huelgas y escasez de personal en los establecimientos de salud pública debido a los ataques contra su personal, el impago de salarios y los riesgos añadidos derivados de el COVID-19.
Nuestro hospital de urgencias en el empobrecido barrio de Martissant trata y estabiliza, por ejemplo, a personas afectadas por ataques graves de asma, emergencias médicas infantiles, lesiones por violencia y traumatismos accidentales. En nuestro hospital de traumatología en Tabarre, ofrecemos atención de emergencia, cirugía, fisioterapia y atención psicosocial para personas con lesiones potencialmente mortales, como fracturas abiertas de huesos o heridas de bala en el pecho o el abdomen. También ayudamos en la sala de emergencias para adultos y niños del Hospital Universitario de Haití, mediante la donación de suministros médicos, la rehabilitación de instalaciones y la capacitación del personal.
En mayo, también en la capital, reorganizamos nuestro hospital especializado en quemaduras para poder tratar a pacientes con COVID-19, lo cual hicimos hasta agosto, cuando reanudamos las actividades regulares. El hospital de Drouillard es la única instalación de este tipo en Haití y recibe muchas derivaciones de zonas donde las condiciones de vida precarias aumentan el riesgo de accidentes domésticos, como las quemaduras causadas por estufas. En agosto, también ayudamos a una maternidad a reabrir en condiciones seguras, colaborando en el triaje de COVID-19, capacitaciones y donación de equipos de protección individual.
Seguimos gestionando nuestra clínica para supervivientes de violencia sexual y de género en el barrio Delmas 33 de la capital y, en febrero, abrimos una segunda en Gonaïves, en el norte de Haití. Capacitamos al personal de los hospitales públicos y trabajamos con organizaciones locales para sensibilizar sobre la violencia sexual y los problemas de salud sexual de los adolescentes. Para ayudar a las personas que han sufrido agresiones, habilitamos un teléfono confidencial.
En el suroeste rural, dimos apoyo a los servicios de salud sexual y reproductiva en los centros médicos de Port-à-Piment y sus alrededores. También estamos aumentando gradualmente nuestro apoyo a la atención obstétrica y neonatal de emergencia integral en Port-Salut.