MSF siguió siendo una de las principales organizaciones de atención médica y psicosocial a personas con VIH en la capital, Conakry. En la unidad de VIH que administramos en el Hospital Donka, nuestros equipos atendieron a pacientes que están en un estadio avanzado de la enfermedad. También dábamos apoyo con las pruebas del VIH y el tratamiento antirretroviral (ARV) en ocho centros médicos y organizamos campañas de sensibilización, pruebas de diagnóstico y distribución de preservativos. En 2020, abrimos un nuevo centro para personas con VIH, donde implantamos el sistema de grupos de pacientes que se turnan para recoger sus medicamentos.
A medida que el número de casos de COVID-19 aumentaba rápidamente en Conakry en abril, establecimos una unidad de tratamiento de 75 camas en un centro que habíamos construido originalmente en 2014 para tratar a pacientes con Ébola. Junto con las autoridades sanitarias, nuestros equipos también se encargaron del rastreo de contactos, la desinfección de los domicilios de los pacientes y las actividades de prevención y seguimiento.
De marzo a agosto, cuando aumentaron los casos de sarampión en Conakry, nuestros equipos ayudaron con la atención a menores de 5 años en las comunas de Matoto, Matam y Ratoma.
En Bankalan (en la región de Kankan), tras las inundaciones que desplazaron a cientos de personas, rehabilitamos un puesto médico, construimos letrinas, atendimos consultas médicas y proporcionamos medicamentos esenciales.
En la prefectura de Kouroussa, nuestro programa pediátrico trató la malaria, la desnutrición, la diarrea y las infecciones respiratorias. En 2020, el personal sanitario al que capacitamos y equipamos en las comunidades trató a más de 27.000 menores de 5 años con malaria y diarrea. Mientras tanto, seguimos prestando apoyo a 24 centros médicos en Kouroussa, incluido el hospital de la prefectura, donde dimos atención especializada. Durante el año, fueron ingresadas un total de 65.000 personas.