Más de 259.200 personas refugiadas y solicitantes de asilo están registradas actualmente por ACNUR (1) en Egipto. Aproximadamente la mitad son de origen sirio y el resto proceden de países africanos, como Sudán, Sudán del Sur, Eritrea y Etiopía. En 2020, continuamos dirigiendo nuestra clínica de salud integral en El Cairo; la abrimos en 2012 y ofrece amplios servicios médicos y de salud mental (que incluyen salud sexual y reproductiva y atención a víctimas de traumas físicos y psicológicos).
El COVID-19 supuso muchos retos operativos cuando los aeropuertos cerraron, las cadenas de suministro se interrumpieron y se impusieron toques de queda. Con el fin de garantizar la continuidad de nuestros servicios, nuestros equipos desarrollaron alternativas innovadoras a las consultas presenciales en varias áreas: salud mental, promoción de la salud y apoyo social. Por ejemplo, por primera vez, organizamos sesiones telefónicas de apoyo psicológico, en paralelo a la atención de emergencia que seguía funcionando en la clínica. A partir de junio, las consultas y los servicios presenciales se fueron restableciendo y, para final de año, ya estaban funcionando con normalidad.
A pesar de los desafíos, nuestros equipos atendieron a más pacientes nuevos con síntomas de maltrato y abuso físico que en 2019. Además de realizar evaluaciones y consultas de salud mental tanto en persona como online, nuestros equipos facilitaron el contacto de los pacientes con los servicios sociales esenciales que ofrecen las organizaciones de referencia con las que colaboramos.
Además, continuamos colaborando con el Gobierno, grupos de la sociedad civil, proveedores médicos e instituciones académicas para identificar de qué manera ampliar nuestros servicios, con el fin de llegar a más refugiados, migrantes y ciudadanos egipcios que no tienen acceso a la atención, específicamente a la relacionada con la violencia sexual y los malos tratos.
(1) Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.