Los refugiados rohingyas y las comunidades vulnerables de los barrios sin recursos de las ciudades siguieron siendo la prioridad en nuestros proyectos.
Cox’s Bazar
En 2020, MSF dirigió 12 instalaciones en el distrito de Cox’s Bazar, que ofrecían atención médica tanto a los rohingyas como a las comunidades de acogida; en tres de ellas, habilitamos centros de tratamiento y aislamiento para infecciones respiratorias agudas graves; en otras seis, adaptamos áreas para tratar a posibles pacientes con COVID-19. Las restricciones de movimiento y otras medidas oficiales relacionadas con la pandemia redujeron la presencia de personal humanitario e interrumpieron la atención médica para las comunidades rohingya y bangladesí. Las restricciones de movimiento también generaron mayores desafíos para la comunidad, las organizaciones humanitarias y las autoridades. Observamos una disminución sostenida cercana al 50% en las consultas ambulatorias y una reducción similar en el número de refugiados que acudían con problemas respiratorios agudos; esto indica que las personas con síntomas relacionados con el COVID-19 no se atrevían a buscar atención médica.
Las restricciones y las necesidades de personal para las actividades relacionadas con el COVID-19, así como la protección de este último, nos obligaron a reducir las vacunaciones rutinarias y la vigilancia epidemiológica, y a cancelar otras actividades, como las externas habituales, la participación comunitaria y la promoción de la higiene, ya que en los campos solo los voluntarios rohingyas estaban autorizados a concienciar sobre problemas de salud.
También apoyamos las iniciativas públicas para reducir los riesgos de transmisión y nuestros equipos distribuyeron casi 300.000 mascarillas en Ukhia.
Kamrangirchar
MSF siguió administrando dos clínicas urbanas en Daca, concretamente en el distrito de Kamrangirchar, para brindar salud sexual y reproductiva y atención médica y psicológica a supervivientes de la violencia sexual y de género. También incluimos servicios de salud laboral, con tratamiento de enfermedades ocupacionales, atención preventiva y evaluación de riesgos en las fábricas en la zona, donde las condiciones de trabajo son muy peligrosas. En 2020, atendimos casi 5.000 consultas de trabajadores de fábricas; además, nuestras clínicas móviles asistieron a los trabajadores de las curtidurías en el subdistrito de Savar, donde ofrecíamos la vacunación contra el tétanos.