Juan Manuel Rodríguez es contador, tiene 29 años y es oriundo de Montevideo, Uruguay. Desde hace ocho meses trabaja con Médicos Sin Fronteras (MSF) en República Centroafricana, un país ubicado en África Central que lleva más de dos décadas sufriendo diferentes ciclos de inestabilidad política y violencia.
Arribar al destino de su primera experiencia en el ámbito humanitario con MSF implicó un largo viaje de cuatro vuelos y de escalas con extensas horas de espera. Así, un sábado de febrero de 2021, llegó a Bangui, la capital del país, donde durante seis meses se desempeñó como responsable contable.
Ahora, desde Batangafo, una ciudad ubicada al norte de República Centroafricana, nuestro colega nos cuenta cómo comenzó a trabajar en el sector humanitario y nos explica acerca del rol de un contador en los proyectos de MSF.
¿Cuándo comenzaste a trabajar con MSF y qué te llevó a formar parte de la organización?
Desde hacía muchos años venía escuchando acerca del trabajo de MSF y mientras estaba estudiando en la universidad, me enteré de que buscaban personal para el área financiera. Hasta ese momento creía que solo trabajaba personal sanitario en la organización, pero también se requieren perfiles no sanitarios como logistas, profesionales de recursos humanos o administradores. Con los años fui siguiendo las actividades de MSF hasta que decidí postularme y en febrero de este año comencé a trabajar como responsable contable en Bangui.
Como contador, ¿cómo te decidiste a trabajar en el ámbito humanitario?
Durante varios años me desempeñé en el ámbito privado, pero en un momento dejé de encontrarle sentido,principalmente por falta de motivación. Con esto en mente, y sabiendo que existe la posibilidad de trabajar en una organización como MSF, que brinda atención a personas que se ven afectadas por distintas crisis humanitarias, sentí que debía hacer el intento. La idea de poder llegar a lugares de difícil acceso y ver de cerca una realidad que muchas veces se desconoce o no tiene visibilidad, también sirvió de empujón.
¿En qué consiste el proyecto en el que estás trabajando actualmente?
Cuando llegué a República Centroafricana, estuve seis meses trabajando como responsable contable del proyecto de MSF en Bangui. Mis actividades iban a finalizar en agosto pero decidí extenderlas por algunos meses más para trabajar en el proyecto de MSF en la localidad de Batangafo, ubicada al norte del país, a 100 km de la frontera con Chad, como administrador de finanzas y recursos humanos.
El proyecto consiste principalmente en brindar atención médica a la población de Batangafo y alrededores que vive en condiciones extremadamente vulnerables y que se vio muy afectada por el conflicto en el país. República Centroafricana lleva más de dos décadas sufriendo diferentes ciclos de inestabilidad política y violencia. Y a finales de 2020 se produjo un resurgimiento del conflicto. Actualmente uno de cada tres centroafricanos se encuentra fuera de su hogar, o bien como desplazado dentro del país o como refugiado en países vecinos.
En esta localidad, MSF gestiona un hospital que cuenta con una sala de urgencias, de pediatría, una maternidad, una unidad quirúrgica y una farmacia, entre otros servicios; y apoya centros de salud en la periferia. Además, ofrece capacitaciones para el personal local.
¿Cuál es el rol de un contador en RCA y qué creés que le aporta a la labor de MSF en el país?
Al igual que la labor del equipo de logística, es un trabajo que da un soporte muy necesario a las actividades médicas que tiene MSF en el país. Entonces desde el punto de vista de las finanzas, es el encargado de la tesorería del proyecto, de la contabilidad y del seguimiento presupuestario, y es el responsable de que haya transparencia en los procesos, así como una buena gestión de fondos y del personal.
¿Qué balance podés hacer de lo que va siendo tu primera misión?
Después de ocho meses de estar trabajando en República Centroafricana, todavía no hay un solo día en que no me conmuevan las duras condiciones en las que vive mucha gente. Pero estoy contento de haber podido encontrar una manera de colaborar y contribuir desde mi propio lugar.