En este 2022, seguiremos luchando para que estos deseos se hagan realidad: para que todas las personas del mundo estén antes que las ganancias y tengan acceso a medicamentos vitales.
Cinco casos que demuestran que es posible encontrar soluciones a problemas complejos de salud y en escenarios de crisis humanitarias, historias que refuerzan nuestro compromiso de seguir trabajando en el área médico-humanitaria.
Días antes de la aparición de la nueva variante Ómicron, en vísperas de la 12ª Conferencia Ministerial donde se debatiría la propuesta de exención de patentes, llevamos nuestro reclamo a los gobiernos de Estados Unidos, la Unión Europea, Colombia y Uruguay. Aunque la Conferencia quedó en suspenso, la necesidad de la exención es tan urgente como antes.
La nueva variante de coronavirus, Ómicron , acaba de ser reportada en Sudáfrica, Botsuana y Hong Kong. Este es solo el último capítulo en la desigual carrera por inmunizar a la población mundial. Si no logramos llevar vacunas, tratamientos y herramientas de diagnóstico a todos los países del mundo, más variantes podrían seguir surgiendo en el futuro.
Quedan pocos días para la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio y un puñado de países sigue bloqueando la propuesta de liberar las patentes para herramientas médicas contra el COVID-19. Ayudanos a incrementar la presión para que se apruebe urgente la exención amplificando nuestros mensajes en redes sociales. Nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo.
Recientemente Pfizer compartió los positivos resultados provisionales de su candidato antiviral oral COVID-19 PF-07321332 en combinación con ritonavir (Paxlovid). A la espera de la revisión regulatoria, la orientación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y un análisis completo de datos,
Este fármaco de uso oral es el primero en ser aprobado para su uso contra el COVID-19. Es imperativo que esté ampliamente disponible y sea asequible lo más rápido posible para todas las personas en todo el mundo.
Se trata de un nuevo tratamiento que podría curar a hasta un 89% de los pacientes con tuberculosis resistente. Es menos agresivo y de una menor duración. El hallazgo es el resultado de TB-PRACTECAL, un ensayo clínico liderado y patrocinado por Médicos Sin Fronteras.